En barco por los acantilados de Moher en Irlanda

Hay algunos viajes, momentos, lugares y personas que, sin saber muy bien por qué, dejan una huella imborrable en tu vida. La primera vez que vi los acantilados de Moher fue bajo un diluvio universal en pleno mes de junio. Hicimos la ruta en barco, incluida en el itinerario de nuestro viaje por el oeste de Irlanda, y aunque el tiempo no acompañaba mucho (de hecho, el estado meteorológico podría calificarse como cercano a la galerna), sin embargo este momento despertó en mí esa sensación de «terrible belleza» de la que el poeta irlandés Yeats habló tantas veces en su obra. Le pregunté a nuestra guía Yamile Mugsi (de origen argentino, pero probablemente una de las personas que mejor conoce Irlanda en estos momentos, apasionada y enamorada de su país de adopción) que si había ido alguna vez a los acantilados con semejante panorama climático. «Jamás», me contestó. Y, además, era la primera vez que los visitaba en barco.

Cliffs of Moher, condado de Clare @Irlanda
Cliffs of Moher, condado de Clare @Irlanda

Mar picado, galerna y un delfín camino de Cliffs of Moher

Pensé que, en el fondo, no podían haberse dado unas mejores circunstancias para conocer este hermoso paraje abrupto tallado por la naturaleza, el mayor reclamo turístico de Irlanda y enclave natural por excelencia situado en el condado de Clare, en la costa oeste de Irlanda. Era 24 de junio, el día de San Juan, y desde que amanecimos en Galway llovía «cats and dogs» como suelen decir los británicos, y ninguno de nosotros pensó que pudiésemos realizar actividad alguna aquel día más que arrimarnos al lado de alguna chimenea con una buena taza de chocolate caliente. Sin embargo, partimos hacia Moher, con nuestro conductor Jerry amenizándonos el camino con su sonrisa y sus deliciosos chistes y chascarrillos irlandeses, y la lluvia golpeando con fuerza en los cristales de nuestro ya querido minibús. Inés me empezó a decir nada más subir al barco que estaba utilizando términos demasiado «marineros», cuando le hablé de mar picado y galerna, pero es que con semejante escenario eran las únicas palabras que acudían a mi cabeza. A pesar de todo, del frío, de la lluvia, del viento y del oleaje, un delfín se asomó a babor del barco y nos hizo comenzar en el buen e inolvidable camino hacia los acantilados.

Harry Potter
Captando el momento en Cliffs of Moher @Irlanda

La terrible belleza de Yeats

Pocos minutos después, aparecieron. Imponentes, majestuosos y solemnes. Rodeados de una bruma de misterio, los célebres Cliffs of Moher son unos acantilados tan escarpados que infunden respeto nada más mirarlos, y a la vez le hacen recordar a uno el poder sobrenatural de la madre tierra, al crear maravillas como esta. Por un momento, ya nadie sentía la lluvia, y la tormenta fue apaciguada por el espectáculo singular de la montaña escarpada sobre el mar. Vimos los cormoranes, y sacamos nuestros trípodes para inmortalizar los mejores instantes. El mito se convirtió en leyenda y ahora, cada vez que escucho la palabra acantilado, vuelvo a evocar esas olas, batiendo y peleándose con furia y rabia en el océano Atlántico, y rugiendo con fuerza a las rocas, que preservan con firmeza y gravedad a su bella Eire, la princesa celta que se refugia en sus mitos y leyendas y contempla todavía hoy, desde tierra firme, las espectaculares puestas de sol frente a su galería privilegiada con vistas a las islas de Arán.

Vista de los acantilados de Moher desde el barco @Irlanda
Vista de los acantilados de Moher desde el barco @Irlanda

Bajo la lluvia, nuestra compañera de viaje @Irlanda
Bajo la lluvia, nuestra compañera de viaje @Irlanda

Datos prácticos

Precio de la entrada: 6 euros adultos y niños gratis hasta 16 años (acompañados por un adulto)
Web: www.cliffsofmoher.ie
Email: info@cliffsofmoher.ie
Teléfono de información: +353 65 708 6141
Oficina de Turismo de Irlanda: www.discoverireland.com/es

En los acantilados de Moher, oeste Irlanda, by @Miguel Páez de kebratin.com


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#cliffs-de-moher#acantilados

Publicado por Doris

Muchas cosas no se pueden averiguar pensando, hay que vivirlas (Michael Ende)
5 comentarios
  • Para mi es uno de los lugares mas autenticos de todo el continente. Antes (allá por el 1999) no pagabas entrada y te podias asomar desde arriba tirado al suelo y flipar con los 214 metros que caen en picado en el oceano. Mas tarde vi que habian montado el garito para cobrar entrada y una barandilla para evitar suicidios… por lo visto eran frecuentes y sera por esa terrible belleza romantica que escribia Yeats.
    @Txemi, sin la incesable lluvia irlandesa la isla esmeralda no seria lo que es… pero cuando brilla el sol que bonita es Irlanda!

  • Fue una visita inolvidable, tanto por el lugar como por los compañeros de viaje, a los que recuerdo con mucho cariño. Lo de cobrar la entrada, ya se sabe que al final todo se acaba masificando. ¡Ah! Y me encanta Irlanda bajo la lluvia, le da un aire más auténtico y la hace parecer todavía más remota y alejada del resto del continente, casi puedes viajar con ella al pasado… 🙂

  • Estoy leyendo el articulo y tengo una duda. Voy para alli dentro de dos meses de turismo y al ver que hay que pagar entrada la pregunta es si la visita esta limitada a una zona. Es decir.. no puedes ir a tu bola a andar por los acantilados?? Solo hay una zona que se puede visitar o que?? Agradeceria mucho alguien pudiera informarme. Gracias

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