Es obvio que para viajes largos y rápidos hemos de embarcarnos en la “aventura” de volar y digo bien porque con todas las cosas que sufrimos los pasajeros en los aeropuertos se podrían escribir odiseas modernas sino directamente relatos de terror. Volar habitualmente es aburrido. Sí, afrontémoslo, las revistas de las compañías aéreas dan para lo que dan, veinte minutos como mucho. Así que por qué no salirnos por la ventanilla y dejar escapar la imaginación un poco.

Una de las cosas que procuro cuando viajo en avión es hacerlo sentado en ventanilla, no es por mareo ni por cuestiones de superstición sino porque me gusta mirar por la ventana e imaginarme saltando sobre las nubes. ¿Cómo es posible que semejantes “estructuras” no puedan caminarse?. La NASA debería inventar algo.


El juego de la “ventanilla” tiene dos vertientes, cuando no hay nubes es bastante entretenido localizar los lugares que sobrevolamos. Obviamente sólo lo podemos hacer en los momentos de despegue y aterrizaje porque a diez kilómetros de altura es algo complicado.



Sin duda, viajar en avión es algo que todo ser humano debería vivir antes de partir. Es una experiencia maravillosa.
Magnífico artículo, muy original. Viajar en ventana tiene muchas ventajas por todo lo que tu cuentas, me fascina ver las formas que las nubes pueden tener, hay paisajes espectaculares. Además es muy relajante… Pero me temo que para viajes largos soy más de pasillo por una cuestión logística… poder levantarme, estirar las piernas e ir al baño si es preciso.
Muy acertada tu observación. El 99% de mis vuelos han sido de menos de 3 horas. Gran consejo lo del pasillo para vuelos largos. Saludos. 😉
Maravillosas las fotos!
Saludos! Mariana
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