En mi última visita a Berlín hicimos una ruta por Berlín con un Trabant. Los Trabant fueron un símbolo del coche del pueblo durante la República Democrática de Alemania (RDA). Ahora en Berlín es posible pasearse tanto por el Berlín oriental como el occidental montado en un Trabant restaurado y ver la ciudad como la veían los alemanes del Berlín oriental.

Los Trabant se fabricaron desde 1957 hasta 1991. El nombre de Trabant significa satélite en alemán y hacía una clara referencia al famoso satélite ruso Sputnik, sin embargo también significa compañero de viaje. Los Trabant era vehículos de bajo coste que monopolizaron el sector automovilista de la Alemania comunista. Como curiosidad, como el acero era un material escaso en la zona de Europa del Este, los fabricantes del Trabant buscaron un sustituto. Así surgió el duroplast que era una mezcla de plástico, fibra de vidrio, lana y algodón, cosa que hacia que el coche no fuera muy resistente en caso de accidentes o golpes. Por otro lado, su elaboración era muy lenta, ya que era prácticamente manual, así que solo se fabricaron 3 millones de Trabant en casi 40 años.
Safari con Trabant en Berlín

Para realizar esta ruta, contactamos con la agencia Trabi-Safari que organiza estas rutas de 60 minutos con Trabant por Berlín cada día del año. Nosotros elegimos la ruta Wild East para podernos pasear por las zonas del Berlín oriental más destacadas, como Alexanderplatz, la East Side Gallery o la puerta de Brandemburgo.

Antes de la salida del «safari», en la agencia te enseñan cómo funciona el Trabant. Básicamente es un coche normal con el cambio de marchas en el volante y con los frenos muy desgastados. Una vez te has familiarizado con el cambio de marchas en el parking de la agencia de Safari-Trabi, los coches se lanzan a la jungla en fila india.

El coche que lidera la caravana lleva un guía que a través de una radio va explicando a todos los coches (que también tienen su sistema de radio) un poco de historia sobre los lugares por dónde vamos conduciendo.

Uno de los lugares más espectaculares de la ruta es entrar con el Trabant en el boulevard de Karl Marx. Una calle muy ancha, con varios carriles por sentido rodeada de edificios soviéticos donde aun se puede respirar el ambiente comunista montados en un Trabant. Desde allí llegamos hasta la East Side Gallery. Después de que todos los turistas que visitaban la East Side Gallery dejaran de fotografiar el muro para fotografiarnos a nosotros pasando a su lado a «toda velocidad» dimos la vuelta para volver hacia Alexanderplatz.

El final de la ruta en Trabant termina con una parada técnica en una gasolinera para volver a cargar de gasolina los coches y ver que todo está en orden. Es también una manera (poco glamurosa en una gasolinera) de conocer por dentro un Trabant e inspeccionar su motor.


El final de la ruta termina pasando por el Check Point Charly antes de volver a la agencia de Safari-Trabi. La experiencia es muy interesante y el guía cuenta detalles bastante interesantes de Berlín. La única lástima es que las rutas solo duran 60 minutos ya que nos hubiera gustado seguir a nuestro aire conduciendo nuestro Trabant descapotable por Berlín.

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Guau¡No tenia ni idea de la existencia de esta opción! Me la apunto para la próxima visita a Berlín! Gracias por la info 🙂 Experiencia muy interesante
Gracias por el artículo y por los datos de la agencia, estupendo! Recorrer la cuidad en un coche con la historia del Trabant…. no hay que perdérselo.