La Ópera de Sydney está considerada como una de las obras arquitectónicas de referencia del siglo XX. El liceo de Sydney fue diseñada por el joven arquitecto danés Jon Utzon, que comprendió a la perfección qué quería construír y cómo integrarlo en el puerto de Sydney. La obra se empezó a edificar en 1957 y no se inauguró (por la reina Isabel II) hasta el 1973.
El elemento más espectacular del edificio es su techo, que comprende un conjunto articulado de bóvedas en forma de conchas sobre una gran plataforma con terrazas que funcionan como vestíbulos para la gente que hay en el edificio. Cada una de las piezas del techo fueron fabricadas en Suecia y están preparadas para autolimpiarse. Las dos salas principales de la Ópera están dispuestas lado a lado, con sus ejes de largo, de norte a sur. La monumental entrada que permite acceder a las dos salas principales tienen una majestuosa e impresionante escalera de 100 metros de ancho. En 2007, el edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En esta época primaveral, se puede contemplar la puesta de sol en Sydney desde sus terrazas. Si tienes la oportunidad de viajar a Sydney, no te lo pierdas!
Fotografías conseguidas vía twitter
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