Objetivos de distancia focal fija en la fotografía de viajes

Objetivos de distancia focal fija en la fotografía de viajes

Un amigo blogger de viajes me pedía hoy consejo para comprar su primer objetivo de distancia focal fija. Y aunque no soy ni mucho menos experto en la materia, sí que he usado multitud de objetivos fijos en diferentes formatos y de distintas marcas y distancias focales, y lo he hecho de manera exclusiva durante los últimos años, con lo que creo que me he topado con la mayoría de sus pros y contras. Así pues, aprovecharé para publicar mi opinión al respecto en esta entrada, e intentaré aclarar posibles dudas a quienes se hayan cansado de los voluminosos zooms de tropecientos aumentos y busquen una forma más simple de experimentar la fotografía.

«Hola Manuel. Te quería hacer una pregunta sobre fotografía. Me gustaría comprar un objetivo con distancia focal fija y más luminoso. En este sentido, ¿qué opinas? ¿qué distancia focal sería la más correcta? Me suena que sobre 25mm era un buen valor. Voy algo perdido.

Nikkor 35mm f2 AI-S, un todoterreno.
Nikkor 35mm f2 AI-S, un todoterreno.

Objetivos de focal fija, esos veteranos incomprendidos

Pero antes de publicar mi respuesta a mi buen colega, no estaría de más comentar brevemente qué es eso de los objetivos de focal fija, y es que aunque han existido desde los comienzos de la fotografía –por tanto desde hace más de 150 años– y han sido y siguen siendo herramientas fotográficas fundamentales, curiosamente la aparición de los objetivos de tipo zoom hace una treintena de años casi los ha hecho invisibles al fotógrafo aficionado.

Un objetivo de distancia focal fija está diseñado, como su nombre indica, para una distancia focal única y, errr, fija: 28mm, 50mm, 85mm, 200mm, etc. Al tener que lidiar con una variable menos (la distancia focal cambiante de los zooms), su diseño es más óptimo y por lo general proporcionan una mejor calidad de imagen y mayor luminosidad (capacidad de absorber la luz) que los objetivos de tipo zoom, a costa de perder en versatilidad. Pero como hoy en día todo es versatilidad y compromisos (sólo hay que ver la construcción plasticosa de la inmensa mayoría de las cámaras, en contraposición al uso del metal que se hacía hace unas décadas), así como nos hemos acostumbrado a que las cámara piensen, enfoquen, midan la luz y cambien la distancia al sujeto a fotografiar por nosotros, si miramos las estanterías de un MediaMarkt, una FNAC o cualquier tienda de fotografía de barrio podría parecer que los objetivos fijos son una rareza o un producto supérfluo para frikis y sibaritas. Y nada más lejos de la realidad.

Al contrario, un objetivo de focal fija puede ser nuestro mejor aliado para la fotografía de viajes por su ligereza, discreción y las posibilidades fotográficas que nos brinda (siempre que no sea un gran teleobjetivo, claro).

Los objetivos de la Mamiya 6 son de los más excelsos en formato medio.
Los objetivos fijos de la Mamiya 6 son de los más excelsos en formato medio.

Los objetivos de focal fija de los fotógrafos profesionales

Volviendo al apunte histórico, los objetivos de tipo zoom no existieron hasta la década de los 80 del siglo XX, así que los profesionales se las apañaban anteriormente con objetivos fijos. Robert Capa usaba un 50mm, lo mismo que Henry Cartier-Bresson o Robert Frank. Josef Koudelka era más de 35mm, igual que Don McCullin o Sebastião Salgado. Garry Winogrand utilizaba para las calles un 28mm exclusivamente, lo mismo que William Klein. Cada uno tenía sus motivos. A priori parecen focales de escasa diferencia (unos pocos milímetros), y sin embargo marcan maneras totalmente distintas de previsualizar y hasta de entender la fotografía, así como proporcionan resultados muy diferentes. ¿Quien estaba en lo cierto y quien no, cuál es la mejor distancia focal? Pues la respuesta por obvia no es menos necesaria: todas las distancias focales son buenas por igual, es cuestión de gustos y necesidades.

Así que volviendo a la pregunta de mi amigo: ¿qué distancia focal sería la más correcta? Sólo puedo hablar por mí, y en mi caso es un 40mm, milímetro arriba, milímetro abajo. Por un lado es la focal más cercana al ángulo de visión humana, y cuando previsualizo una fotografía no tengo que acercarme ni alejarme, sólo encuadrar y componer. Me pasé hace años a la fotografía analógica y la mitad aproximada de mis fotos las realizo en formato medio, y los objetivos fijos que he usado: 80mm, 75mm, normalmente en formato 6×6 equivalen a los 40mm del formato más pequeño (llamado ahora full frame). También me gusta mucho la distancia focal de 35mm, y menos la de 50mm porque encuentro que los encuadres son demasiado prietos para mi gusto.

Cuando usaba esta Rolleiflex y Leica M2, ambas con objetivos equivalentes a 40mm.
Cuando usaba esta Rolleiflex y Leica M2, ambas con objetivos equivalentes a 40mm.

Siempre que he ido de viaje con límite de equipaje y por tanto lo más ligero posible, me he llevado una cámara con una focal fija de 40mm, como en estos dos selfies tomados en viajes a Reykiavik y Londres, respectivamente. La verdad es que no he necesitado nada más.

maguilar-reykiavik

maguilar-londres

Pero vamos por fin con mi amigo blogger, y lo que aconsejo a cualquiera que quiera disfrutar usando un objetivo fijo.

¿Qué objetivo de focal fija me compro?

Hola compañero,

La respuesta a tu pregunta tiene miga por varios motivos… Qué lástima que no podamos coincidir más a menudo, porque este tema sería la mejor excusa para darte la brasa toda una tarde.

Lo que te voy a comentar a continuación es para el formato 35mm full frame, si tienes una cámara con sensor tipo APS-C o mirrorless, pues tendrás que dividir por un factor de 1.5, por 2 o lo que corresponda.

La distancia focal básicamente es cuestión de gustos personales, pero si aquí se acabara el email, te diría: compra un 35mm.

¿Por qué un 35mm? Pues porque es la distancia focal más versátil, un poco más angular que el ángulo de visión humano (~42mm) y en fotografía de viajes sirve para casi todo, –aunque para retrato mejor un 90mm–.

A considerar también un 50mm porque es más fácil para empezar con las focales fijas, y luego ya puedes ir montando poco a poco el clásico combo: 35, 50, 90. Un 50mm está genial y además suelen ser las focales más económicas (35mm es más popular y cara), pero según el gusto (por ejemplo el mío) el encuadre puede ser demasiado ‘prieto’ (y cuando no tienes espacio para retroceder un par de pasos es un problema), o la sensación de estar ‘cerca’ del sujeto no la da como un 35mm y no digamos un 28mm (pero ya digo que es más fácil para empezar, y más barato).

En épocas he usado un 28mm pero es quizá demasiado angular para usos que no sean paisajes (te tienes que acercar mucho al sujeto o cuesta eliminar elementos superfluos en el encuadre porque cabe tantísimo). O sea, es una focal un poco más especializada, aunque hay gente que usa un 28mm casi exclusivamente. 25mm (o la más común 24mm), pues más complicado me lo pones!!! Se usa principalmente para fotos de paisajes y naturaleza.

En fin, ya digo que depende MUCHO del uso que le quieras dar y de tus gustos como fotógrafo… Lo mas importante a tener en cuenta es que un objetivo fijo es para dejarlo casi soldado a la cámara, y olvidarte de él/aprender a ver como él: si vas cambiando de focal continuamente, pierde parte de la gracia.

La conclusión a todo esto es la que ya te puedes imaginar: toca experimentar 🙂

***

Pues lo dicho, como con tantas cosas en esta vida, con los objetivos de distancia focal fija toca experimentar para poder valorar y encontrar el nuestro. ¿Y tú, ya sabes cuál es tu distancia focal preferida?

#fotografia de viajes

Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."

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