La casa de Ana Frank de Amsterdam

En mi última visita a la capital de Holanda, Amsterdam fui a visitar el Museo Casa de Ana Frank. Este rincón de Amsterdam, repleto de una historia contada en el diario de la pequeña de una familia judía que se trasladó a Amsterdam deja constancia del día a día durante esos años en esa casa y sus alrededores. El museo es un lugar que aunque la cola parezca interminable es de obligada visita si visitáis Amsterdam.

Cola en el museo de Ana Frank
Cola en el museo de Ana Frank

Ana Frank fue una de los millones de víctimas del holocausto nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando el partido de Hitler llegó al poder en 1933 en Alemania, la familia Frank, que era judía, decidió trasladarse a vivir a Amsterdam, pensando que sería un lugar más seguro para ellos y sus negocios. Sin embargo, en 1940 el ejército alemán ocupó Holanda y adoptó las mismas medidas contra los judíos que en Alemania y otros países.

En 1942, la familia Frank decidió ocultarse en la casa del edificio de Prinsengracht, más tarde se sumarían a la familia Frank la familia van Pels. Y los ocho vivirán en esa casa escondidos dos años hasta que fueron descubiertos y obligados a ir a campos de concentración donde la mayoría morirían enfermos o en las cámaras de gas.

De día tenemos que caminar siempre sin hacer ruido y hablar en voz baja, para que no nos oigan en el almacén.
Ana Frank, 11 de julio de 1942

Ana Frank @wikipedia
Ana Frank @wikipedia

En el museo de Ana Frank podemos ver las dos casas que ocupaban la empresa de Otto Frank, la «casa de delante» y la «casa de atrás» y los pisos dónde se escondieron la familia Frank y Van Pels. Es en su escondite cuando Ana Frank decide empezar un diario, donde contaba sus pensamientos, ilusiones y sentimientos, sobretodo de miedo a ser descubiertos con los que vivían las familias.

Habitaciones de la casa de Ana Frank

La casa de Ana Frank tiene un vestíbulo central y almacén en la planta baja, donde había tenido las empresas Otto Frank. En el primer piso hay el despacho de Victor Kugler y los despachos de Miep Gies, Jo Kleiman y Bep Voskuijl. En este despacho hay un televisor con el testimonio de ellos contando su experiencia trabajando en la casa y llevando comida a la familia Frank. El personal administrativo ayudaba a los escondidos llevándoles comida, libros y juegos.

Es en el piso de encima que hay una gran habitación que se comunica con una pequeña habitación con una librería que sirve de puerta giratoria de la casa de atrás. Las ventanas estaban cubiertas con tela opaca para que no se pudiera ver nada desde fuera de la casa.

Librería que ocultaba la entrada al escondite de la familia Frank
Librería que ocultaba la entrada al escondite de la familia Frank

En el piso donde vivieron escondidos la familia Frank y Van Pels se pueden ver las habitaciones donde dormían Otto y Edith Frank con su hija Margot, la habitación donde dormían Ana Frank y Fritz Pfeffer, la sala de estar y el dormitorio del matrimonio Van Pels y de Peter van Pels.

La casa se comunica con el desván de la casa de delante, donde hay televisiones con diversos testimonios sobre los últimos días de los escondidos en la casa de atrás.

El 4 de agosto de 1944, el servicio de seguridad alemán recibió una llamada anónima que denunciaba la presencia de judíos en Prinsengracht 263. Aunque después de la guerra hubo investigaciones nunca se supo sobre quién delató a la familia Frank de sus escondite.

Los escondidos fueron conducidos al campo holandés de Westerbork, desde donde más tarde los enviarían al campo de exterminio de Auschwitz, Mathausen o Bergen-Belsen. Ana Frank contrayó el tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen y murió unos días más tarde que su hermana Margot en marzo de 1945.

Otto Frank que sobrevivió al campo de exterminio de Auschwitz regresó a Amsterdam en junio de 1945. Una vez allí Miep Gies entregó los escritos de Ana Frank a Otto. Este, indeciso decide leer las notas de su hija y después de un tiempo decidió publicar el diario de Ana. El diario de Ana Frank se publicó en 1947 y se tradujo a 65 idiomas en todo el mundo. Otto Frank, también participó activamente en la obertura de la casa de atrás convertida en museo.

Opinión de la visita a la casa de Ana Frank

Como opinión personal, encontré que el museo está muy bien, aunque en algunas zonas había demasiada gente que se amontonaba en las salas y habitaciones.

La casa aparentemente mantiene las distribuciones que había en el momento que fueron descubiertos y es muy ligero de visitar e imaginarse las condiciones en las que estuvieron escondidos la familia Frank y Van Pels. Al final del recorrido por el museo hay una zona con interesantes juegos interactivos para conocer las opiniones de los visitantes del museo. Es bueno detenerse allí y jugar un poco! Al final, hay una librería donde podréis compraros el libro del Diario de Ana Frank si no lo habéis leído u otros libros sobre Amsterdam y su historia.

¡Os recomendamos su visita indudablemente!

Dirección y mapa de la Casa de Ana Frank

Casa de Ana Frank
Postbus 730
1000 AS Amsterdam

Links interesantes

  • En la página del museo de la casa de Ana Frank podréis visitar en 3D la casa y conocer mucho mejor las historias de todos los escondidos y las personas que los protegían, así como sus amigos.
    http://www.annefrank.org


sidebar:ciudad:amsterdam

Continúa leyendo la serie 'Qué ver en Amsterdam'Qué ver en Amsterdam IVMuseo de la Tortura de Amsterdam  

#museos#Amsterdam#holanda

Publicado por Marc

"Seamos realistas y hagamos lo imposible". El Che Guevara
3 comentarios
  • Qué envidia! El diario de Anna Frank es uno de los libros que más me han impactado, leyéndolo me imaginaba cada frase, cada parte de la casa, sus padres, todo.. La verdad es que poder visitar su casa ha de ser toda una experiencia. ójala algún día pueda ir!
    Genial el post, genial!

  • Cuando sepas que el libro es «mentira», quizás ya no te interese tanto visitarla.
    El famoso manuscrito está escrito con bolígrafo «de bola», invento que no existía en esa época. El padre de Anna «falsificó» los documentos para presentar al mundo una historia conmovedora. Tuvo suerte y se hizo rico, y aún hoy sigue siendo una mina de oro.

    No voy a dar más detalles, puedes buscar en internet los informes de las investigaciones que se hicieron tras la denuncia al descubrir que los manuscritos originales eran muy posteriores a la fecha que tenían escrita.
    Pero como es que algo que «no interesa» pues no se aire.

    Yo he estado en el casa, cuando aún creía que todo era cierto. Es una visita interesante, pero al final no me gustó una cosa: hay una pequeña sala de exposiciones donde un ordenador mostraba hechos de la historia y planteaba preguntas, que se votaban con un mando a distancia. Una de esas era ETA en España, y planteaba si ETA debía ser censurada y acorralada impidiendo la libertad de expresión.
    Para empezar me parece un insulto que los holandeses de la casa de Anna Frank pregunten si una cosa como ETA debía ser cercada. Pero lo peor, es que los visitantes votaron que no, que no debía ser censurada ni acorralada.
    Me fui cabreado, y tiempo después leí el informe sobre el libro. En fin, si te sobra el tiempo de hacer cola y el pastizal que cuesta la entrada, pues bien. Si no, no malgastes tu tiempo, vete al Voldelpark o da un paseo en barco. Le sacarás más provecho.

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