El estado de ánimo que se instala al pasear por Agde.
Sète, la promesa del mar
Tendría que haberme ido a vivir junto al mar. Ahora ya lo sé, supongo. Al menos, es lo que me ronda por la cabeza cada vez que me encuentro paseando por un puerto, por un paseo marítimo. Vivir junto al mar para tener más presente el misterio, para regalarme a diario un paisaje cambiante en…