Y después de una vuelta al mundo, ¿qué?

David es un amigo que hace más de un año se marchó a dar una vuelta al mundo con Anna. Durante el viaje escribieron sus aventuras en el blog Fem un stop (en catalán). David nos cuenta ahora en 3viajes cuáles han sido sus sensaciones tras viajar por el mundo, y luego volver a casa.

Hace poco más de un año que volvimos de dar una vuelta al mundo durante doce meses. En el momento que decides irte, tienes demasiadas cosas en la cabeza como para plantearte cómo será tu vida cuando vuelvas, demasiada ilusión como para pensar en si toda tu gente seguirá bien, si decidirás quedarte a vivir donde lo hacías, si encontrarás un nuevo trabajo, o si tendrás 1 o 2 hijos. Son aspectos que están ahí, pero que quedan muy lejos en el tiempo y totalmente escondidos por el bosque de entusiasmo y emoción que supura la aventura que estás a punto de iniciar.

Salida del sol en Uluru, Australia
Salida del sol en Uluru, Australia @Femunstop

Pero ese día, ese maldito día en que vuelves, llega. Las primeras semanas son de felicidad absoluta, los pasas junto a los tuyos, sin duda lo que más, (digo… lo único) que has echado de menos. Paseas por las calles de tu ciudad medio ausente, impactado por el orden con el que pasa todo, miras arriba y abajo, a derecha e izquierda, como si todo aquello fuera nuevo. Pero no lo es, de hecho cuando vuelves te das cuenta que todo sigue igual, que quien más ha cambiado y quien más ha aprendido eres tú.

Puesta de sol, Rapa Nui @Femunstop
Puesta de sol, Rapa Nui @Femunstop

Los siguientes días los dedicas a recordar lo bonita que es tu tierra, lo bien que se vive, lo fantástico que se come y, como además has vuelto en verano, las maravillosas playas en las que se baña. Visitas lugares que bien merecen un post y retratas paisajes dignos de esos links fotográficos “picasa” que publicabas a modo de resumen cuando cambiabas de país. Así que, casi sin darte cuenta y con la ayuda de un mundo que por algo es redondo, has decidido que tu lugar es éste. El mismo de donde partiste, el mismo a donde volviste.

Gran Cranyon de Estados Unidos
Grand Canyon del Colorado, Estados Unidos @Femunstop

Más tarde, llega el momento en que los ahorros, previstos para el año de viaje y no para los posteriores meses de pajareo trascendental, se te acaban. Toca hacer una entrevista de trabajo tras otra, toca vender tus mejores aptitudes y actitudes poniendo en marcha las técnicas comerciales, que peruanos y vietnamitas te habían mostrado con tanto ímpetu. Hasta que un día recibes la llamada esperada de un trabajo igual o incluso mejor que el que dejaste, les gustas y quieren que empieces ya.

Tongariro en Nueva Zelanda @Femunstop
PN Tongariro, Nueva Zelanda @Femunstop

Pues eso, en poco más de 4 meses ya había encontrado respuesta a esos aspectos que tan poco te preocupan cuando te vas y que tan importantes son cuando te vuelves. Ahora, “sólamente” faltaba descubrir nuevos retos que me motivaran, encontrar esos pequeños momentos en los que creo se basa la felicidad, y definir un proyecto de vida que le dé sentido a nuestra existencia. Y en eso ando todavía… con el peso a cuestas de lo alto que dejó el listón tal experiencia. Mientras, seguiré recordando entre 2 y 47 veces al día, el mejor viaje de mi vida.

Bahía de Halong en Vientam @Femunstop
Bahía de Halong, Vietnam @Femunstop

¿Y lo de los hijos?Uffff, ¡un blog entero no sería suficiente para explicar eso!
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#vuelta al mundo

Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
5 comentarios
  • Sensaciones muy parecidas viví tras mis dos años en Noruega y estoy seguro de que volveré a vivirlas al volver de mi viaje actual. Es lo más complicado. Es ansiedad lo que se crea a tu alrededor cuando te das cuenta de que, a tus ojos, lo único que ha evolucionado en el tiempo que has estado fuera has sido tú mismo. Es duro y cuesta volver a la rutina, si es que la aceptas. Pero siempre quedan esos nuevos objetivos, nuevas posibilidades, y la tranquilidad de que lo vivido, como se suele decir, no te lo quita nadie.

    Gran artículo David.

  • Hola David, me ha gustado mucho tu post, sobre todo porque me identificaba totalmente con tu experiencia. Hace años me embarque en una vuelta al mundo cuando tenía 24. Cuando deje España no me preocupaba que haría a la vuelta, pero llego el día como dices y tuve que buscar un trabajo, como no lo encontraba me hice autónomo y siete años después así sigo… y no pasan muchos días sin que me pregunte «que hago yo aquí»… Mi próximo viaje se está cuajando, voy a dejar todo para comenzar una nueva aventura de largo recorrido y es que creo que después de dar una vuelta al mundo puedes volver a encontrar trabajo, pero no se puede dejar de soñar.

  • Nosotros estamos igual, ahora en la fase de encontrar trabajo. Los primeros días nos convertimos en turistas en nuestra ciudad. Y nos chocaban las cosas más tontas: tener un armario para poner la ropa. Tener MUCHA ropa y poder lavarla cuando quieres. Ducharnos y tirar de la cadena del water con agua potable. Disfrutar con una ducha bien caliente y que te alegre el día. Nuestras reflexiones después de la vuelta:

    http://losfogg.com/2011/10/05/mirando-hacia-atras-que-hemos-aprendido-en-nuestro-viaje/

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