Volver en 555 palabras

Hace seis meses que no escribía en 3viajes, que no pulsaba el botón de publicar, que apenas pasaba por aquí; en realidad, ya venía sucediendo de lejos y, ciertamente, yo lo venía anticipando no sin cierto estoicismo. No ha sido por falta de viajes en este tiempo, tampoco fruto de una pérdida de interés o de maneras más o menos tangenciales de cubrir las historias que me apetecía contar. Ni siquiera ha sido por falta de curiosidad: mi sequía proviene básicamente de la suma de un déficit de tiempo, falta de motivación y de pérdida del hábito de escribir.

El tiempo uno puede en cierto modo expandirlo, si lo gestiona muy bien –que no siempre es fácil, no lo ha sido en mi caso–; la motivación para mí desde un principio fueaportar apuntes personales de viajes, descubrir, explorar y abrir una ventana a mi manera de ver el mundo, no sólo consumir el punto de vista de los demás, y puedo decir que el trabajo continuado en esta bitácora ha enriquecido mi vida. Todavía no sé si necesitaba una simple pausa, un largo descanso, o si más bien mi paulatina aversión a las redes sociales y a cómo pienso que consumimos hoy en día la información –de manera desenfrenada y superficial– ha acabado envenenando también mis ganas de comunicar a través de este canal. Se puede decir que había tirado la toalla, pues ya nadie lee nada, demasiadas distracciones, y no hay tiempo para detenerse.

He estado meses sin publicar, y lo cierto es que apenas me ha dolido, si no fuera porque arrastro deudas en forma de artículos que debería haber publicado hace tiempo: del sur de Francia, de Guadalajara, pero la desmotivación y la falta de rutina han sido más fuertes. Lo cierto es que hay un buen número de experiencias personales que todavía me gustaría compartir, relatadas de la manera más sencilla posible –ahí es donde entra la práctica escribiendo–. Hubo un tiempo en  que quería destacar en esto de la blogosfera de viajes, pero hace mucho que perdí el interés y ahora sólo aspiro a comunicar cosas simples a través de mi pasión por viajar.

Durante estos meses de semi retiro he vuelto a leer libros en papel, casi siempre de géneros alejados de la ficción y atraído por la prosa personal y reflexiva de autores muy distintos. Sabía que necesitaba volver a leer historias sin interrupción, doblar la última página sin haberlas abandonado antes por otras, como si estuvieran plagadas de hiperenlaces imposibles de no clicar. He vuelto también a leer libros de fotografía, a sentir que me transmitían con la poesía que se esconde tras una buena selección de imágenes, en cuyo orden y ritmo afloran temas de fondo de manera sutil pero decidida. He observado mucho, he aprendido algo, y he escrito muy poco.

Durante este lapso he continuado haciendo fotografías, la gran mayoría en blanco y negro, revelando, escaneando y positivando copias en casa sin un propósito ni necesidad de moldearlas para ser utilizadas en los siguientes posts de 3viajes, con la única intención de entender y de verme reflejado en el mundo que me rodea.

Seis meses después, vuelvo a pulsar el botón de publicar, todavía no sé muy bien si como un antiguo acto reflejo, o como inicio de una nueva etapa en este blog.