San Francisco, un crisol de Norteamérica

Todavía no sé muy bien lo que me trajo hasta San Francisco. Lo que sí sé es que me encontré con ella así, como quien no quiere la cosa, una fría y soleada mañana del mes de agosto junto al Pier 39 del Fisherman´s Wharf, con la legendaria prisión de Alcatraz mirándome fijamente de frente al otro lado de la siempre eterna bruma del Pacífico y la envolvente silueta del Golden Gate grabada en fuego sobre el azul inmenso del océano.

Golden Gate
Golden Gate

Nuestro día empieza en el castizo barrio del Castro, entre las calles Mission y 17th, que hoy se ha convertido en el feudo gay por excelencia de la ciudad más liberal de Norteamérica y cuyas colinas acogen algunas de las construcciones más inasequibles de la ciudad (propiedades celosamente custodiadas por unos pocos privilegiados) rodeadas por preciosas casas victorianas cuidadosamente conservadas por sus orgullosos inquilinos. Desde allí, uno de los trams que cruzan Market Street nos lleva hasta Union Square, punto de confluencia del mítico Cable Car, cuyas colas interminables esperamos pacientemente para poder contar que hemos trepado una de las 44 colinas con más pendiente de esta ciudad de cuento para llegar a su Embarcadero y vibrar con su singular ambiente de boutiques, restaurantes y tiendas de última generación, donde todo, absolutamente todo lo que un visitante puede buscar, encuentra su respuesta.

Recordando la mítica canción de Scott McKenzie, me fijo en varias personas que llevan en su cabeza coronas de flores y collares hechos con hojas y pienso qué mejor sitio que este para adornarse con tan bello atuendo, rodeada de una belleza sin par como la de esta pequeña y encandiladora ciudad del norte del Pacífico. En el puerto, camino del muelle 33 donde cogeremos el ferry que nos transportará hasta la legendaria isla de Alcatraz (nombre originario de los pelícanos que habitaban la isla antes de la construcción de la prisión) y rodeada todavía hoy de un halo de misterio, a pesar de haberse convertido en un museo que hace más de medio siglo que no acoge a ningún preso y cuya visita realizada con audioguía deja bastante que desear. En la espera, las focas -que tantos habitantes de San Francisco intentan que huyan de sus playas por causar la mayor contaminación medioambiental de sus aguas- retozan alegremente en el puerto junto a los veleros, moviéndose rítmicamente en busca de los huidizos rayos de sol.

San Francisco es ecléctica, cosmopolita, vibrante y hospitalaria. Es como un puzle completo, en el que se ha fundido un trocito de cada ciudad de Estados Unidos: la magia de Nueva York, la elegancia de Washington DC, la vida nocturna de Miami, la arquitectura singular de Chicago, la espectacularidad de Los Ángeles y el bon vivant de San Diego. Estos días retomo, muy poco a poco, los últimos diez años que me habían separado (en el tiempo y en el espacio) de este inmenso país de las oportunidades donde no existen los límites, las razas ni las religiones, no hay fronteras ni credos ni color, sino que apuesta por todos y cada uno de sus ciudadanos como seres capaces de sacar adelante su talento innato y desarrollarlo, si quieren y puedne, hasta alcanzar lo más alto de su meta personal y profesional.

If you’re going to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you’re going to San Francisco
You’re gonna meet some gentle people there

For those who come to San Francisco
Summertime will be a love-in there
In the streets of San Francisco
Gentle people with flowers in their hair

All across the nation such a strange vibration
People in motion
There’s a whole generation with a new explanation
People in motion people in motion

For those who come to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there

If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there
(Scott MacKenzie, If You´re Going to San Francisco lyrics)

sidebar:ciudad:san francisco

Continúa leyendo la serie 'Viaje Oeste de Estados Unidos'De ruta por la Costa Oeste de EE.UU.Las Vegas  

#Estados-Unidos#San-Francisco

Publicado por Doris

Muchas cosas no se pueden averiguar pensando, hay que vivirlas (Michael Ende)
3 comentarios
  • Ha sido siempre una de mis ciudades favoritas, de hecho espero volver pronto por allí, los 4 días que estuve no fueron suficientes para conocerla como me hubiera gustado.

    Que bellos recuerdos me vienen cada vez que leo sobre ella 😀

  • He revivido mi viaje a San Francisco contigo! Decirte que me crucé el Golden Gate en bici a unos 30ª y en vaqueros #tortura!! pero mereció la pena.
    Muy muy muy de acuerdo con esto que dices: «Es como un puzle completo, en el que se ha fundido un trocito de cada ciudad de Estados Unidos: la magia de Nueva York, la elegancia de Washington DC, la vida nocturna de Miami, la arquitectura singular de Chicago, la espectacularidad de Los Ángeles y el bon vivant de San Diego».
    Un abrazo!!
    Marta A.

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