¿Qué ver en París la segunda vez?

En esta ocasión contamos con una colaboración especial. Se trata de Inés Ranchal una apasionada del turismo con experiencia en 20 países. De sus viajes conserva amistades y buenos recuerdos. Ha vivido en Berlín y Nueva York y ahora que reside en París nos propone pasar un día “a la parisina”.

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En los dos últimos dos años y medio que llevo viviendo en París, familia y amigos han venido a verme más de una vez. Al volver, algunos de ellos me piden que les acompañe a los mismos lugares que ya visitaron. París es muy bonito y entiendo que quieran repetir. Pero ¿no sería mejor dejarse llevar por un tour más auténtico?

Así que aquí estoy, intentando captar la esencia parisina a través de un agradable paseo, un paseo que dura un día.

 

Arco del Triunfo de París
Arco del Triunfo de París

Quartier de Le Marais, de shopping en la capital de la moda

Yo empezaría el tour llevando a mis invitados a uno de los barrios (“quartier”) con más actividad parisina, Le Marais. Es uno de los barrios más antiguos de Europa y el barrio Judío de París.

Barrio Le Mairais
Barrio Le Marais, esquina Rue Vieille du Temple con Rue du Roi de Sicile
Barrio Le Mairais
Barrio Le Marais, esquina Rue des Hospitalières Saint-Gervais con Rue des Rosiers

Para dar con él simplemente me dejé guiar por los parisinos. ¡Les encanta! Pasan en él horas y horas porque es uno de los centros de la moda joven de la ciudad. Podemos reconocer su estilo en dos de las tiendas más queridas: The Kooples y APC. Ambas están en la conocida Rue Vieille du Temple.

The Kooples
The Kooples en Rue des Rosiers en Le Marais

Si me pierdo un domingo todos saben dónde encontrarme. Mientras París duerme ¡Le Marais se activa! Los judíos descansan los sábados (Sabbat) puesto que es su día sagrado. Pero los domingos abren todos los comercios. Después de un rato de compras recomendaría un brunch (comida entre el desayuno y el almuerzo). Uno de los brunch más auténticos lo encuentro en Le Café des Phylosophes (28 Rue Vieille du Temple). Allí siempre pido sopa de cebolla (soupe à l’oignon), Tarte Tatin o pato confitado (confit de canard). En París la comida es cara, en comparación con otras ciudades españolas. Un brunch medio cuesta unos 18€.

Place des Vosges, 360 grados de belleza

Después de comer llevaría a mis invitados a la Plaza des Vosges que queda a un máximo de 10 minutos andando. Si es verano nos tumbaríamos en la hierba y nos relajaríamos mirando la magnífica arquitectura de los edificios que rodean la plaza.

El Pabellón del Rey en Place des Vosges
El Pabellón del Rey en Place des Vosges. Fuente: Wikimedia Commons

Cuando llega el buen tiempo parece que el número de jóvenes en la ciudad se multiplique por 3 y todos ellos se den cita (rendez-vous) al aire libre, especialmente en los meses de abril, mayo y junio.

Jardines de Place des Vosges
Jardines de Place des Vosges. Fuente: Wikimedia Commons

Île de Saint Louis, donde nació la ciudad

Después de relajarse en el césped en la Plaza des Vosges llevaría a mis invitados al barrio Bretón en Île de Saint Louis. Las crêpes son originarias de la Bretaña francesa, así que en este barrio siempre encuentro la mejor oferta. La Île de Saint Louis, junto con su cercana Île de Saint Michel (donde se sitúa Nôtre Dame), es donde se emplaza el nacimiento de la ciudad.

Île de Saint Louis desde el Puente de la Tournelle
Île de Saint Louis desde el Puente de la Tournelle. Fuente: Wikimedia Commons

Este barrio es uno de los más caros de París para vivir. Cuando alguien que conozco se muda a París y me pregunta por las zonas donde vivir, realmente la Île de Saint Louis no está en mi lista. Un estudio de unos 15m2 puede costar unos 900€/mensuales. Pero el paseo por esta isla es muy bonito.

Hôtel de Ville, el ayuntamiento

Hôtel de Ville sería la siguiente parada. Una gran plaza con fuentes y un típico tiovivo acompañan al ayuntamiento de la ciudad (Hôtel de ville). Lo que más me impacta de este edificio es su tamaño y la complejidad de sus detalles.

Hotel de Ville
Hotel de Ville

El Hôtel de Ville tiene exposiciones temporales (y muchas de ellas gratuitas) que se organizan en la parte trasera. La última que se celebró me pareció especialmente interesante: “Paris vu par Hollywood” (París visto desde Hollywood)

Passage Jouffroy, encanto a cubierto

Entrada al Passage Jouffroy
Entrada al Passage Jouffroy. Fuente: Wikimedia Commons

Después de enseñar el majestuoso ayuntamiento llevaría a mis invitados hacia el norte de la ciudad, a los grandes bulevares. En el Boulevard Montmartre se encuentran dos encantadores pasajes cubiertos. En el siglo XIX se decidió construirlos para ofrecer a los caminantes el placer de admirar las vitrinas al abrigo del frío y la lluvia. Hoy en día las vitrinas de los pequeños negocios son  todavía su mayor encanto. El pasaje Jouffroy es mi preferido. En él se puede encontrar el regalo perfecto para llevar de vuelta a casa. En estas galerías encontramos objetos de decoración (como los de Le Comptoir de Famille), exquisitas galletas, colecciones de libros y fotos…

Tiendas del Passage Jouffroy
Tiendas del Passage Jouffroy. Fuente: Wikimedia Commons

El hecho de perderse está considerado como algo negativo. Pero si no tenemos prisa creo que es la mejor manera de conocer un lugar. Así que la primera vez que recorrí estos pasajes vi que estaban conectados. Justo delante del pasaje Jouffroy se encuentra el pasaje Panoramas. Y cerca hay más. A veces modifico mi ruta para atravesar los pasajes.

Rue de Montorgueil, sin turistas

Sigo pensando en mis invitados. Si hemos hecho un brunch en Le Café des Phylosophes a la hora en que acabemos de descubrir los pasajes tendremos hambre. Para cenar siempre recurro a la Rue de Montorgueil. Y nos va genial porque no queda muy lejos. Esta calle está transitada casi al 100% por parisinos. Es el lugar donde éstos se encuentran para tomar el café o cenar. El restaurante Au Rocher de Cancale (78 rue de Montorgueil) ofrece la más pura la esencia de la ciudad.

Entrada a la Rue de Montorgueil
Entrada a la Rue de Montorgueil desde Rue Reaumur.      Fuente: Wikimedia Commons

Los restaurantes y cafés parisinos se distinguen por tener las mesas redondas muy cerca las unas de las otras. A mí me da la sensación de estar igual de cerca de mis amigos que de mis vecinos. Una segunda pista para reconocer los restaurantes y cafés parisinos es la posición de las sillas. Siempre las ponen orientadas hacia la calle, para observar. Veréis jóvenes muy a la moda tomando un café a la vez que fumando.

Y después de esto ya no quedaría más tiempo para continuar con el “tour”. Quizá para el próximo día propondría el Café Les Deux Moulins (donde se rodó la película de Amélie), La Mosquée (mezquita) donde en invierno sirven muy buen té en su gran salón y en verano, limonada en su patio; o bien, la iglesia de la Madéleine.

¡Au revoir Paris! ¡Nos vemos pronto!

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Continúa leyendo la serie 'Qué ver en París'París con amigos sobre ruedas: bicis y patines en la capital francesa  

#Francia#Paris

Publicado por Txemi

Por el momento ha viajado a 32 países y vivido como expatriado 18 meses en Inglaterra y casi tres años en Holanda. No es extraño toparse con él en cualquier aeropuerto y es un gran "fan" de las aerolíneas a las que adora con devoción. También puedes seguir a Txemi en "las afueras de Bilbao" // txemivirtual.com
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