Mis 5 cámaras fotográficas de viaje

Mis 5 cámaras fotográficas de viaje

Hoy voy a hablaros de mis 5 cámaras fotográficas de viaje actuales, sin más pretensión que mostraros el porqué cada una me aporta cosas diferentes, y que hay vida más allá de las omnipresentes réflex Canon/Nikon y por supuesto más allá de la fotografía digital…

Y es que hace unos tres años que me pasé a la fotografía analógica y desde entonces el 90% de las fotos que hago y publico en 3viajes provienen de alguna de estas cámaras de carrete (convenientemente escaneadas, el resto son con el móvil) o de otras que han ido entrando y saliendo en busca de mi setup ideal (Leica M2, Contax G2, Rolleiflex, Olympus mju II, Bronica RF645 y Bronica ETRSi, etc.). Ya digo que no pretendo pontificar sobre porqué hay que usar estas cámaras o pasarse a la fotografía analógica, simplemente quiero mostraros mis herramientas actuales.

Formato medio y 6×6: Mamiya 6

El formato cuadrado en la fotografía fue obviamente inventado mucho antes de que lo popularizara Instagram –lo digo para los más jóvenes–. De hecho, fueron las cámaras de la familia Rolleiflex con sus visores de cintura, luego las también míticas Hasselblad series V quienes popularizaron este formato (6×6) a partir de la década de 1930. Y dentro de este grupo de cámaras de formato medio y 6×6, la Mamiya 6 introducida en el mercado en 1989 es otro modelo legendario, así como también lo ha sido en el ámbito del fotoperiodismo y la fotografía documental. Tengo la suerte de poseer una M6 ajustada y en buenas condiciones estéticas, con sus tres únicos y maravillosos objetivos (50mm, 75mm y 150mm). Componer con su visor es una delicia (es enorme, cuadrado). Junto a la película de 120 que utiliza, me la llevo de viaje cuando quiero obtener la máxima calidad de imagen y fotos meditadas, y a pesar de que no enfoca a menos de un metro de distancia, es sin duda mi cámara preferida para retrato.

Arles, Francia
Arles, Francia

Panorámica: Hasselblad Xpan

La Xpan es otra leyenda japonesa (pese a llevar el nombre de la marca sueca) que permite realizar fotografía panorámica en una sola toma, sin tener que hacer inventos de juntar varias fotos 24×36 en el ordenador (cosa que por otra parte siempre me ha parecido absolutamente tediosa). Su formato panorámico de 24×65 mm es similar al campo de nuestra visión y al aspecto panorámico que vemos en el cine, y en su día abrió las puertas a un nuevo mundo a nivel de composición y narración visual. Aparte de lo atractivo del formato en sí (cualquier foto panorámica parece interesante), su reto está en componer una foto evitando elementos supérfluos en los lados mientras gestionamos creativamente el estrecho espacio vertical de que disponemos. Hay que olvidarse de la regla de los tercios y contar historias de manera diferente, y esto lleva todo un tiempo de adaptación que justo acabo de comenzar a recorrer. A nivel de ópticas, poseo el 45mm y el 90mm y son unos objetivos Fuji/Hasselblad de formato medio de contrastada calidad, si bien lentos (máxima apertura f4, que no es que me preocupe en absoluto para el tipo de fotografía al que la quiero destinar). La Xpan me brinda así unas posibilidades fotográficas muy especiales, y es una cámara con la que tengo la intención de aprender fotográficamente a su lado.

Portugal panorámica: Xpan

Discreta/callejera: Rollei 35S

Es la discreción hecha cámara, diminuta y silenciosa, sin necesidad alguna de pilas ni baterías. Muy popular en la década de los 60, se puede encontrar en excelente estado por unos 100€. La pequeña Rollei aporta unas limitaciones que a mi modo de ver abren otras posibilidades en la toma fotográfica. Por ejemplo, al tener que enfocar por zona (no hay enfoque manual, y de autofoco ni hablemos), lejos de suponer un problema ha hecho que mejore mi técnica fotográfica, ya que he tenido que asentar conceptos como hiperfocal y exposición, puesto que todos los ajustes son manuales y no hay ordenador ahí dentro que me ‘asesore’ con la distancia, la apertura y el tiempo de exposición. También me ha ayudado a calcular distancias a ‘ojímetro’ y a usar la regla sunny 16 sin complejos, lo que me ha posibilitado hacer unas tomas mucho más espontáneas y menos centradas en clavar el enfoque o la exposición. Mi proceso mental con ella es algo así como ‘a ver, apertura a f8 y enfoco a esta distancia para tener una profundidad de campo de 5 metros, y como tengo película con ISO 100 y hay luz con alguna sombra, le voy a poner una velocidad 1/125’. Miro por el visor, encuadro y disparo, y a por la siguiente foto.

Es la cámara que no falta en mi mochila viajera desde hace años, y la uso para conseguir fotos de temática callejera de manera ágil y discreta, también de paisajes (tirados normalmente a f11 e hiperfocal). Me gusta ponerle peli caducada Kodak Portra 160VC, y junto al renderizado suave y delicado de su objetivo Carl Zeiss Sonnar 40mm f2.8, esta Rollei es sin duda una de mis cámaras favoritas.

Faro en la isla de Re, Francia
Faro en la isla de Re, Francia

Estilo polaroid: Fuji Instax

¿Os acordáis de las polaroid? Pues no las miréis con nostalgia porque han vuelto, y aparte de la marca norteamericana o la austríaca Lomography, también la japonesa Fuji vende cámaras y película instantánea. Ojo que esta fotografía es adictiva: encuadrar, disparar y recoger la foto impresa que sale de la cámara; contemplar cómo se va revelando ante nuestros ojos y en 5 minutos tener una foto impresa de colores vibrantes que nos recuerda nuestra unión profunda con las cosas físicas y tangibles, en contraposición a una cierta alienación con lo electrónico y lo digital. Además, a los niños les encanta y les motiva hacer/hacerse fotos con ella.

futuroscope-hijos-640

Estenopeica: NOPO120

Esta cámara artesanal de madera me tiene el corazón robado desde el día en que la vi en un stand del festival Revela-t, y no digáis que no tiene su qué el adquirir una cámara de fotos de la mano de su diseñador y quien la ha ensamblado con sus propias manos, en este caso el emprendedor/maravillosamente loco Toño Cañadas.

La sencillez y la pureza de la fotografía estenopeica (pinhole en inglés) me inspiran y me apasionan: hablamos de una cámara que no tiene lente, sólo un diminuto agujero del tamaño de un alfiler (equivalente a f140) por el que penetra la luz hasta impregnar la emulsión fotográfica, situada en un plano a unos 50mm de distancia. Sin posibilidad de encuadrar (no hay visor) ni de cambiar apertura o velocidad del obturador (tampoco lleva), lo único que tenemos que hacer es calcular los segundos de exposición en base a la sensibilidad de la película y la luz, abrir el agujerito y taparlo una vez transcurrido el tiempo. Arrastramos un fotograma y vamos a por la siguiente de las 12 tomas que esta NOPO de formato medio nos da por carrete. El resultado es una foto con poca nitidez, etérea, que captura, más que un instante, el transcurrir del tiempo y la sensación de estar ahí. La fotografía estenopeica es mágica y adictiva.

Pinhole en Ripoll

Mención especial: la cámara del móvil

Y cómo no… Mención especial a la cámara del móvil, en mi caso un iPhone 6 plus que a veces es lo único que tengo a mano, o que utilizo cuando estoy vago o quiero tirar 10 tomas de la misma cosa y luego escoger. También la dictadura de la inmediatez y las redes sociales obligan, y hoy en día la mayoría de la gente toma fotos exclusivamente con su móvil. Aun siendo de gama alta, las fotos de este Iphone me parecen plastificadas y de colores artificiales, como todas las digitales, pero poniendo filtros de VSCOcam la cosa mejora un poco, y reconozco que es súper conveniente y a veces me proporciona gratas sorpresas…

Paseo en trineo de perros, Grandvalira

¿Y vosotros, qué cámara/s os lleváis en vuestros viajes?

#fotografia

Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
3 comentarios

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