«Escondidos en Brujas», el cine nos hace de guía turístico

Hace unos días que se estrenó de forma discreta la película «Escondidos en Brujas«, protagonizada por Colin Farrell y Brendan Gleeson, en la que interpretan los roles de dos asesinos a sueldo que han de pasar unos días en Brujas a la espera de una llamada del jefe que les asigne su próximo trabajo.

Escondidos en Brujas

Durante estos días de tensa espera, uno de los personajes (Brendan Gleeson), buen apreciador de la historia y la cultura, aprovechará el tiempo y nos llevará de turismo por la ciudad de los canales, mostrándonos muchísimas estampas de Brujas, llevándonos a museos y paseándonos en barco por sus canales. El otro protagonista, Colin Farrell, pondrá muchas veces el contrapunto de humor en estas salidas turísticas, ya que no le gusta ni Brujas, ni la historia, ni nada que tenga que ver con el turismo.

“Perdidos en Brujas”

Desde luego que no pretendemos hacer una crítica cinematográfica de «Escondidos en Brujas» –que para eso ya hay sitios web especializados muy buenos– pero obviamente sí que aprovecharemos para comentar uno de los protagonistas principales del metraje, que es Brujas, seguramente la ciudad más turística de Bélgica.

Pues bien, la película nos dejará como decíamos muchas estampas bucólicas de Brujas, incluso en su trepidante desenlace final, y conjuga perfectamente estas imágenes con una historia interesante en todo momento, muy comedida y pausada al principio pero que se va acelerando de manera natural hasta llegar al trágico final.


“Escondidos en Brujas”, escena con Colin Farrell

No obstante sí que hay una advertencia que nos vemos en la obligación de daros: si no habéis estado en Brujas y salís de ver la película, seguramente pensaréis que la ciudad belga es un remanso de paz que regala imágenes románticas y bucólicas por doquier. Puede que realmente sea así en Navidades, época del año en que transcurre el film, pero ya os aseguramos que en Julio-Agosto es bastante diferente: veréis aglomeraciones de turistas por todas partes y todo el negocio que se monta alrededor, y posiblemente os encontraréis con bastantes obras que fastidiarán algunas de las mejores fotos. «Como cualquier otro destino turístico de primer orden», estaréis pensando, con toda la razón… Brujas se merece una segunda oportunidad, en una época del año en donde se puedan conseguir fotografías como éstas:

Brujas

Brujas, de noche

De todas formas, si queréis disfrutar de escenas iguales o más bonitas, os recomendamos encarecidamente que visitéis Gante –a 45 minutos en tren, tanto de Bruselas como de Brujas–, que disfruta de los mismos o más atractivos –sus canales son mucho más bonitos– y además conserva ese clima de paz y sosiego tan difícil de encontrar en Brujas en los meses de verano.

Ah, por cierto, la película es una de las más interesantes y entretenidas de este año, ¡muy recomendable!
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Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
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