El palacio de Linderhof en Baviera

Hace tiempo ya hablamos del espectacular castillo de Neuschwanstein que hay cerca de Fussen en Baviera, en el sur de Alemania. Ese castillo es uno de los tres castillos que mandó construir Luis II de Baviera, que tenía como apodo, el rey loco.

Palacio de Linderhoff
Palacio de Linderhoff

Cerca de Ettal, también en Baviera hay otro de los castillos construidos por Luis II de Baviera, el castillo de Linderhof. Este no solo es espectacular por el propio castillo sino que sus jardines y alrededores son de cuento.

El palacio de Linderhof

El castillo de Linderhof es el único de los tres castillos que Luis II de Baviera pudo ver terminado ya que las obras terminaron en 1878, ocho años antes de su misteriosa muerte.

Entrada principal del palacio de Linderhoff
Entrada principal del palacio de Linderhoff

El palacio real de Linderhof está inspirado por la arquitectura de los palacios veraniegos de los reyes de Francia. Detrás de la fachada barroca el visitante encuentra un mundo rococó con motivos inspirados en el rey Luis XV de Francia. En el palacio de Linderhof, Luis II de Baviera inspirado por los palacios en los que vivió de pequeño, la Residenz y Nymphenburg en Munich. Algunas de las habitaciones son auténticas obras de arte de gran calidad.

Linderhof tiene cuatro habitaciones o salones que se visitan en la ruta turística por el Palacio de Linderhof. Por supuesto está prohibido hacer fotos dentro del palacio así que no pudimos sacar ninguna foto furtiva con nuestra cámara.

El salón de los espejos es uno de los salones más espectaculares. Este salón fue el que usaba el rey Luis II de Baviera como salón para leer. En general pasaba las noches allí iluminado por candelabros. Los espejos del salón hacen un efecto óptico que evocan la ilusión de que el salón nunca termina.

Durante la visita, se pasa por dos cuartos de tapices donde los tapices y alfombras dejan a todo el mundo con la boca abierta. El techo también tiene frescos interesantes. Las cortinas y los muebles fueron diseñados y fabricados en París.

El comedor es otra habitación donde se pueden respirar las excentricidades del rey Luis II de Baviera. La mesa del comedor bajaba automáticamente a la cocina para que el rey no tuviera ningún contacto con ningún sirviente del palacio. En general la mesa se servía para cuatro personas aunque el rey estuviera solo en el Palacio de Linderhof. Se dice que al rey le gustaba compartir sus cenas con personajes imaginarios como Maria Antonieta, Madame Pompadour y Luis XV de Francia. Esta es la razón por la cual está lleno de retratos de estos personajes en todo el palacio.

Finalmente, su dormitorio es un lugar también especial. Con un gigantesco candelabro con 118 velas y una decoración de color dorado por doquier. Viendo estos salones no deja de asomarnos la imaginación de Luis II de Baviera.

La gruta de Venus en Linderhof

La Gruta de Venus es una gigante gruta artificial que fue construida a un centenar de metros del Palacio de Linderhof en 1875. La Gruta de Venus escenifica el acto I de la ópera «Tannhäuser» de Richard Wagner, y este último diseñó el escenario de la gruta para que fuera el lugar perfecto para escenificar esta ópera.

La gruta de Venus
La gruta de Venus

La iluminación eléctrica de la gruta fue una de las mayores innovaciones de la época. Instalada entre 1878 y 1881, hay iluminación sumergida en agua y otras bombillas que cambian de color, algo inimaginable en esa época. Es uno de los ejemplos más fascinantes de innovación técnica del siglo XIX.

Los jardines de Linderhof

Los jardines y bosques que rodean el palacio de Linderhof están llenos de kioskos y casas que el rey Luis II de Baviera compró de distintas Exposiciones Universales que visitó. Luis II de Baviera compró los kioskos que le gustaron más en las Exposiciones Universales de París y Viena y los hizo llevar al jardín del palacio de Linderhof.

Los Kioskos y casas que se pueden ver en los jardines son:

  • el Kiosko morisco que compró de la Exposición Universal de París de 1867. En este espectacular kiosko Luis II tomaba te
  • Kiosko marroquí de los jardines de Linderhof
    Kiosko marroquí de los jardines de Linderhof
  • el Kiosko marroquí construido para la Exposición Universal de Viena de 1873.
  • La casa real (Königschäuschen) que era la casa original de Linderhof que el padre de Luis II de Baviera, Maximiliano II, usaba para ir a cazar. Luis II de Baviera la rediseñó inspirado por el primer acto de la ópera Las Valquirias de Richard Wagner. En el interior también hay un tronco de roble con grandes raíces de más de 300 años.
  • Qué hacer cerca de Linderhof

    Linderhof está en el sur de Baviera, a pocos kilómetros de la frontera con Austria. Desde allí es fácil llegarse a Munich, pero también conocer pequeños pueblos de Baviera, subir a la montaña más alta de Alemania o disfrutar de los treckings de los Alpes alemanes.

    • Obberamergau es uno de los pueblos más bonitos y turísticos del sur de Baviera. Con casas pintadas con escenas bíblicas este pueblo acoge gran afluencia de visitantes. Obberamergau está a muy pocos kilómetros del palacio de Linderhof y quizás podría ser un lugar adecuado para comer o cenar después de visitar el palacio.
    • El monasterio de Ettal es el lugar adecuado si te gusta la cerveza. En este bonito monasterio con espectaculares frescos, los monjes producen cerveza. En las tiendas alrededor del monasterio podrás comprar cualquiera de los 6 tipos diferentes de cervezas que hacen en Ettal.
    • Subir el Zugspitze, la montaña más alta de Alemania o hacer treckings por los Alpes de la Baviera.
    • Visitar Munich puede ser otra actividad a realizar si estás en el Palacio Linderhof. A solo 100 kilómetros del Palacio, Munich es una ciudad perfecta para conocer durante un fin de semana.

    sidebar:ciudad:Munich

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Publicado por Marc

"Seamos realistas y hagamos lo imposible". El Che Guevara
2 comentarios
  • Esto es precioso. Realmente es difícil imaginarse cómo era la vida en esa época, y más difícil saber el estilo de vida que llevaban los reyes alemanes. Pero esas escenas de castillos elegantes nos dejan perplejos.

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