El mercado de Catania

El mercado de Catania

Da gusto cuando estás de vacaciones y sientes que no te encuentras ante una turistada. De hecho, los únicos que damos el cante en el mercado de Catania somos nosotros, porque no es de recibo ir a comprar olivas, boquerones en vinagre y cola de pez espada con una cámara reflex colgando del cuello.

Recorrer este mercado es sin duda el plato fuerte del quinto día de nuestra ruta por Sicilia, casi diría que el principal de Belén en nuestro viaje por la isla mediterránea, ya que a mí me gusta pero es que a ella directamente le fascina pasear por los mercados vivos y auténticos del puñado de destinos que hemos ido recorriendo con los años.

Mercado de Catania

Esta mañana de Agosto nos hemos despertado en Mascali, a unos pocos kilómetros al norte de Catania, y nada más desayunar nos hemos lanzado al coche con la idea de llegar a Catania temprano y con suerte aparcar sin demasiadas dificultades. Precisamente mi preocupación de la salida radica en el aparcamiento, puesto que he leído en todas partes que Catania es una ciudad con tráfico muy denso y especialmente caótico. Y más complicado debe ser, claro está, cuanto más cerca se está del mercado callejero situado en pleno centro de una de las principales ciudades de Sicilia.

Plano de Catania y su mercado
Plano de Catania y su mercado

Pues nada, preocupaciones infundadas, al por menos esta mañana. Circulamos tranquilamente por el centro de Catania a eso de las once, y cuando el GPS me indica que estamos a unos 700 metros del mercado, busco aparcamiento. Es en la calle Monsignor Ventimiglia, en zona azul de precio bien económico: 0,75€/hora, prepago en un parquímetro de la calle. Nada más bajar, cogemos la calle Giordano Bruno (perpendicular), seguimos todo recto durante cinco minutos, y ya estamos en pleno mercado de Catania. Esta vez nos ha salido redondo, oye, que parece que vengamos cada semana al mercado y nos conozcamos la mejor zona para aparcar.

Plano para acceder al mercado Catania
Plano para acceder al mercado Catania

Un mercado popular y auténtico

Al principio, la escena no nos parece del todo desconocida. Un ejército de parasoles rojos protegen los alimentos y el género más variado de los rayos solares, y debajo medio oculto se vislumbraba un incesante circular de personas, y paradas y más paradas de productos. ‘Puede que le dé un aire al mercado de Dolac en Zagreb, ¿verdad?’

Mercado Dolac en Zagreb
Mercado Dolac en Zagreb
Mercado de Catania
Mercado de Catania

La respuesta la obtenemos justo después de formularnos la pregunta: ‘¡que vaaa! Ésto es mucho más grande y caótico, ésto es Sicilia!’. Para entonces ya hemos sido abducidos por el mercado de Catania, y perdemos totalmente la noción del tiempo. Al final son algo más de dos horas de las más amenas y distraídas que hemos pasado en los últimos meses. Sobre todo para Belén, que se olvida rápidamente de marido y niño y no para de disparar fotos, a veces con demasiado descaro en relación con los vendedores. Pero no hay que preocuparse, aquí están todos ocupados en un mercadeo en mayúsculas.

Marchando una de fotos.

Fumar y servir pescado en Catania
Fumar y servir pescado en Catania
El mercado de Catania y la catedral al fondo
El mercado de Catania y la catedral al fondo
Pues no, no era broma lo de comprar pez espada en el mercado de Catania
Pues no, no era broma lo de comprar pez espada en el mercado de Catania

Ver, oler, tocar los alimentos

Lo comentaba en una entrada anterior: se dice que los sicilianos desconfían de la calidad de los productos que no pueden ver, tocar y oler para evaluar si están obteniendo lo que pagan por ellos. Así que no es de extrañar que los súpers y centros comerciales no sean santo de su devoción y, en cambio, en un mercado callejero como el de Catania, ahí sí que están en su salsa, y lo tocan, lo miran, lo negocian todo. Los vendedores cantan las ofertas, sacan un spray con agua y rocian las frutas y pescado entre venta y venta, para que parezcan que justo las acaban de traer de la tierra y de la mar. Pero no se ve producto malo en ningún caso, y da gusto ver mejillones, sardinas, olivas, melones de carne anaranjada, todo tipo de carne, y mil etcéteras. compartiendo —y compitiendo— por el mejor espacio y los clientes más predispuestos.

Pero mejor si continuamos ilustrándolo con unas cuantas fotos más.

Mercado de Catania

Mercado de Catania

Mercado de Catania

Mercado de Catania

El área de puestos de alimentación es verdaderamente vasta, pero no más grande que la otra gran zona temática del mercado: la de ropa y productos varios de casa. Esta zona es menos espectacular, y encontraremos lo típico de cualquier mercadillo callejero español: ropa y zapatos de modesta calidad, aparatos electrónicos, productos de menaje, flores y un largo etcétera. Nosotros acabamos comprando una espada de juguete de Star Wars a nuestro pequeño Eric —se encapricha al verla y él también tiene derecho a pasarlo bien, ¡por favor!— Pero vaya, no nos dejamos una fortuna en la espada (3€), no por rácanos si no que ya digo que la calidad de muchos productos es, eufemísticamente hablando, modesta. El sable de Star Wars le dura de una pieza a Eric la friolera de 15 minutos, así que supongo que la compra ha salido cara después de todo 🙂

Podría seguir contando más nimiedades de nuestra visita al mercado de Catania, pero mejor si resumo la experiencia y voy cerrando: la experiencia es totalmente recomendable, hemos disfrutado mucho de pasear por un mercado tan auténtico y vivo, con una grandísima variedad de género. Y hay que decir que a nivel antropológico, la visita también ha tenido su qué. El mercado de Catania goza de excelente salud y es extremadamente popular entre los sicilianos, y si váis os permitirá acercaros a otro aspecto auténtico de esta isla genuinamente mediterránea.

Ah, que no se me olvide: os dejo más fotos.

El kiosko Guarrera
El kiosko Guarrera
Puestos de ropa en el mercado de Catania
Puestos de ropa en el mercado de Catania

sidebar:ciudad:catania

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Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
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