El lago Trasimeno, testigo mudo del paso de Aníbal por Italia

El lago Trasimeno es el lago más grande de la península italiana (128km2). Tiene una profundidad de entre 3 y 6 metros, y es un remanso de paz, atrayendo una considerable variedad de aves desde tiempos inmemoriales.

Situado a 12 km al sur de Cortona, en la región italiana de Umbria, se puede ver perfectamente desde las terrazas del bello pueblo toscanés, ubicado en lo alto de una colina ya en tiempo de los etruscos.

Paisaje con el lago Trasimeno al fondo

Pero el renombre del lago no proviene por ser un bello paraje de Etruria, sino porque hace 2200 años fue testigo de una de las grandes batallas de la Segunda Guerra Púnica (218 adC-201 adC), que enfrentó a Roma y Cartago por la supremacía en el Mediterráneo.

Una batalla de sangrientas consecuencias

Aníbal Barca, el gran general cartaginés, había comenzado el año anterior su famosa marcha desde Iberia a Italia atravesando los Alpes, con el fin de establecer la guerra en territorio romano, una guerra que él mismo había iniciado unos meses atrás con la toma de Sagunto. Su obsesión era llevar en todo momento la iniciativa de la guerra. El conflicto entre los dos imperios era inevitable desde hacía tiempo, puesto que el expansionismo romano era imparable y amenazaba con acabar con el comercio que los cartagineses habían desarrollado en el Mare Nostrum desde hacía siglos.

Aníbal Barca

Amilcar, padre de una pequeña camada de leones compuesta por los hermanos Aníbal, Asdrúbal y Magón, les había aleccionado desde pequeños a cumplir su gran sueño de derrotar a Roma en una segunda guerra que seguro estaría por venir en el futuro. Así fue, y los leones intentaron llevar hasta sus últimos términos los deseos de su padre.

Aníbal consiguió atravesar los Alpes con muchas penalidades, perdió a todos los elefantes de guerra menos a uno y su ejército entró en Italia diezmado y en condiciones deplorables, a principios del invierno de 218 adC.

Las legiones romanas no se movieron de sus fortificaciones en todo ese invierno, con lo que el ejército cartaginés pudo recuperarse tanto en salud como en equipamiento y número de soldados, ya que se le unieron muchas tribus celtas del norte de Italia.

A comienzos de la primavera del año siguiente, los ejércitos comenzaron a movilizarse y después de algunas escaramuzas se enfrentaron en la batalla de Trebia, donde la astucia de Aníbal se impuso a la impetuosidad del consul Sempronio y dio lugar al primer gran revés de las legiones romanas en esta guerra. No sería el último.

Ruta de Aníbal Barca por la Toscana italiana

El senado romano, sorprendido por el cariz que estaba alcanzando la incursión de los cartagineses, envió a su encuentro a dos cónsules, cada uno con sus respectivas dos legiones, que conformaban un ejército de unos 40.000 hombres. Estos cónsules, Flaminio y Servilio Gemino, condujeron sus legiones con el objetivo de cercar a Aníbal en los Apeninos. Para cerrar la trampa, Flaminio avanzó rápidamente hacia el sur, tan deprisa que no se molestó en enviar exploradores delante.

El bárcida consiguió escapar al cerco, y de nuevo se las ingenió para montar una emboscada. Aníbal eligió un estrecho desfiladero entre las montañas que descendían desde el este y el lago Trasimeno. Dispuso sus tropas a cubierto y envió un pequeño destacamento más al norte, a las colinas septentrionales de Tuoro, para encender hogueras durante la noche y convencer así a los romanos de que sus tropas se encontraban más abajo del río.

Lago Trasimeno

A la mañana siguiente, 22 de junio del 217 adC, Flaminio levantó el campamento (justo al norte del lago), y retomó la persecución de Aníbal en una fuerte niebla matutina. Moviéndose en columnas a lo largo de la costa, sin caballería al frente, entraron directamente en la trampa. Las tropas del cartaginés atacaron desde todos los flancos, bloqueando la carretera al frente, descendiendo de las colinas en una marea y cortando la retirada enemiga.

Batalla del Lago Trasimeno

Los romanos no pudieron adoptar formación de batalla, viéndose obligados a luchar por sus vidas. Divididos en tres bloques, el más occidental fue atacado por la caballería cartaginesa, y empujado al interior del lago, lo que dejaba al resto del ejército rodeado. El centro, donde se hallaba Flaminio, mantuvo el terreno, pero se derrumbó finalmente tras tres horas de combate contra los aliados galos de Aníbal. El cuerpo del cónsul nunca fue encontrado. La vanguardia sufrió menor castigo y, una vez el desastre producido tras ellos se hizo obvio, se abrió camino a través de los hostigadores y fuera del bosque.

Murieron 15.000 romanos (incluyendo Flaminio), muchos de ellos ahogados tras ser empujados hacia el lago. Otros 10.000 cayeron prisioneros. Más importante aún fue la cantidad de armas y armadura con las que Aníbal pudo re-equipar sus tropas ahora. El desastre, sin embargo, aún no había terminado. Gemino, preparado para cerrar la «trampa» de Flaminio, había enviado toda su caballería a galope por la Vía Flaminia. Los jinetes toparon con las tropas montadas de choque cartaginesas y fueron totalmente aniquiladas.

Cuando las noticias de la derrota llegaron al Senado Romano, el impacto del doble desastre fue inmediato: Roma no poseía un ejército de campo efectivo, y Aníbal avanzaba sin oposición hacia la capital. Quinto Fabio Máximo fue elegido dictador, y adoptó una «política Fabiana» de hostigar indirectamente al enemigo, evitando la confrontación directa hasta que Roma pudiera reconstruir su ejército.

*****

Nota del redactor: No es lo mismo observar el bellísimo paisaje que rodea al lago Trasimeno cuando se conocen, ni aún con poca profundidad, los hechos históricos que allí sucedieron hace más de dos mil años. Pensar en la gran catástrofe humana que allí se produjo le da otra dimensión y no le quita ni un ápice de encanto, todo lo contrario. Obviamente, lo mismo se puede decir de cualquier lugar, el hecho de interesarnos por su historia nos enriquece muchísimo y hace que lo disfrutemos con mucha más intensidad que ante la simple observación de su estado en el momento actual.

¿Quieres visitar el Lago Trasimeno?

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La ciudad más cercana de importancia es Perugia, sin embargo es Siena, a 73 km., la más turística de las que se encuentran a sus alrededores. El trayecto desde Siena se puede hacer en coche en 1 hora aproximádamente, y desde Cortona se pueden ver vistas espectaculares del lago y por ende la región. La carretera de esta ruta es como una nacional aquí, y el que no conduzca se puede deleitar con los viñedos y el paisaje típicamente toscano.

Otra posible ruta muy recomendable es partir de Roma en dirección a Florencia, y pasar unos días visitando Orvieto, Arezzo, Cortona, San Giminiano, Siena, y tantos otros pueblos de la Toscana.

Fuentes:

sidebar:ciudad:florencia

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Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
4 comentarios
  • Sobre la ciudad más cercana al lago Trasimeno, querido amigo le puedo decir que no es Siena, sino la ciudad de Perugia, ciudad importantísima y capital de la región de Umbria. Le recuerdo que el lago Trasimeno esta en la región de Umbria. Que es el equivalente en España a Comunidad Autónoma. También le puedo decir que la región de Umbria tiene solo dos provincias,Perugia y Terni.

    Espero que diferencie bien la región de Umbria (conocida por los italianos como el corazón verde de ITALIA y la región Toscana, ya que casi toda la mayoría de los turistas por no decir toda, solo conocen de Italia lo que es un poco de la región de la Toscana (Florencia,Pisa) algo de Venecia y un poco de Roma (por lo del papa). La región de Umbria y Marche son maravillosas.

  • Muchísimas gracias por las aclaraciones, Javier. He hecho las correcciones oportunas al texto.

    Y dicho de esa manera, dan muchas ganas de investigar más sobre Perugia y la región de Umbria… ¿Nos estaremos perdiendo algo realmente bueno por centrarnos demasiado en la Toscana?

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