El expreso de medianoche

Montarse en un tren en Rusia puede convertirse en toda una experiencia. Sobre todo, si se trata
del Midnight Express, el expreso de medianoche que recorre, sin parada alguna, los cerca de 700 kilómetros de estepa nevada que separan la imperial San Petersburgo, antigua Leningrado, de la grandiosa e inconmensurable Moscú.

Midnight Express
Midnight Express @Doris Casares

Unas cortinas rojas raídas, mugrientas y con pinta muy poco amigable reciben al viajero nada
más cruzar el andén 5# de Moskovskaya Station, de la que parten todos los trenes con destino a Leningradski, una de las nueve inmensas estaciones de tren de la actual capital rusa. Según se avanza por el interior del vagón del tren, una extraña y remota reminiscencia de la historia recuerda el auténtico origen de este vehículo de locomoción, construido en este país por alguien sin nombre que vivió en un pasado no mucho mejor, donde la era del terror y del Gulag transportaba, sin ningún tipo de misericordia, a un incontable número de granjeros, campesinos y no simpatizantes – llegó a haber hasta unos 30 millones, según relata la Historia – deportados hacia tierras del lejano Este, hasta un remoto lugar llamado Siberia donde la devastadora estepa y la inmaculada taiga los absorbían sin piedad, para no dejarlos regresar nunca más a sus hogares.

Cadenas @Doris Casares
Cadenas @Doris Casares

Resulta increíble que hoy, en las puertas del año 2009, puedan seguir existiendo situaciones, momentos, lugares, personas, que hagan revivir tan escalofriantemente ese pasado y sean capaces de plasmarlo tan vivamente en nuestra mente y en nuestra imaginación.

Vagón número 12, segunda clase. La moqueta está sucia, usada probablemente hace ya varias décadas, y tiene cuatro literas de color rojo oscuro iluminadas por una lamparilla tenue y deprimente. Cuatro rulos a modo de jergones, con sus respectivos almohadones y sábanas raídas por el tiempo, podrían recordar a cualquier «petate» de la antigua mili, todavía en vigor hoy en Rusia con carácter obligatorio. El baño es casi imposible describirlo con palabras. Una especie de letrina de hierro oxidado y mugriento, con un pedal que desemboca directamente en la vía y por el que sube el humo del asfalto cada vez que se presiona. El agua brilla por su ausencia.

Fuera, el ruido implacable de un tren que no se detiene nunca, y el monótono paisaje de la estepa nevada. Es un tren sin rumbo, destino hacia ninguna parte, que transporta a una serie de viajeros, en su mayor parte rusos, tártaros y polacos, que retornan a su dura rutina laboral para empezar otra semana más de sus grises vidas, del mismo color que el cielo y que la polución moscovita.

Kpacchar Ctpeja @Doris Casares
Kpacchar Ctpeja @Doris Casares

Al otro lado del camino, Moscú, la capital más cara del mundo, donde un alquiler en el centro urbano puede llegar a cotizarse por 525.000 rublos, unos 15.000 euros de la Unión Europea al mes. De fondo, el perpetuo pulular del polvo entre el asfalto, por el que más de 5 millones de vehículos circulan diariamente por unas avenidas kilométricas, inhóspitas, capaces de hacer desistir a cualquier occidental de buena voluntad que se lo proponga el plantearse trasladar su residencia a una urbe como esta, con cerca ya de 20 millones de habitantes. Aquí rige la ley de la jungla, donde sobrevive sólo el más fuerte, especialmente si se trata del momento final de un duro día de trabajo donde, después de tres horas y media de ida, hay que pasarse otras tres y media de vuelta para llegar a casa extenuado y atender a unos niños herederos de la postrevolución y, eso sí, orgullosos de su patria y de ostentar la nacionalidad rusa desde que asisten al jardín de infancia.

Red Square @Doris Casares
Red Square @Doris Casares

Hace pensar mucho un viaje a este país, un país «de cadenas y de hielo», tal y como lo describió Maksim Gorki, un conocido escritor local del simbolismo ruso del siglo XIX. Qué es lo que hay dentro de las cabezas de esta pobre gente, que en pleno siglo XXI todavía no ha sido capaz de asumir y de aceptar que existe otro mundo ahí fuera, en el que hay otra vida después de su vida, en el que el pasado quedó atrás. En lugar de esto, permanecen las duras expresiones en unos rostros que un día se adivina fueron hermosos y juveniles, queda la inmensidad rotunda de unos edificios mastodónticos construidos sin propósito alguno más que acentuar una grandeza indecente, se mantienen los puestos de trabajo funcionariales sin sentido en los cuales ni los propios empleados son capaces de encontrar el porqué de su existencia. Y un metro colosal, que se asemeja más a un museo que a un medio de transporte, y que podría estar dentro de la valiosa colección de cualquier anticuario que se precie.

Un palacio para el pueblo, en palabras de Stalin. Flanqueado por azadas, por estrellas y por estatuas talladas con los rostros reflejando una aparente felicidad sin límites, donde el pueblo es lo primero, y la religión su alienación y su opio. El resultado hoy: un fanatismo religioso ortodoxo, miles y miles de basílicas repartidas por todo el vasto territorio del país más grande del planeta, donde una población perdida, sola, se siente abandonada por el mundo y se entrega sin límites a todo el consuelo que le estuvo brutalmente prohibido y negado por el anterior ateísmo de un régimen… ¿pasado?

Datos prácticos

#transporte#tren#Europa#rusia

Publicado por Doris

Muchas cosas no se pueden averiguar pensando, hay que vivirlas (Michael Ende)
15 comentarios
  • Menudo panorama desolador de Rusia pintas, Doris… De todos modos, ¿crees que vale la pena vivir la experiencia de viajar en este vetusto tren? Me extraña que no haya un ambiente más amable, siendo un transporte de primer orden para el turisteo que viaja entre las dos capitales históricas rusas. Ni que sea un ambiente creado por los propios turistas y sus cámaras digitales…

    Impresionante la foto del control de entrada a la Plaza Roja de Moscú :-O

    Por cierto, ¡BIENVENIDA a 3viajesaldia! 😀

  • Me gusta mucho su blog pero este artículo me ha dejado boquiabierta. Desde luego viajó usted no en «Krasnaya strela» sino en algún otro tren de SPb a Moscú, que los hay muchos. «Krasnaya Strela» es uno de los trenes más caros de Rusia y viajé en éste en unas cuantas ocasiones y no hay nada de lo que dice. Es un tren impecable, que sí tiene huella de la época pero sin más.
    Además lo de Gulags está un poco fuera de lugar por que línea ferroviaria «Oktyabrskaya» fue construida en la época de zar Nikolas II. Y los Gulags estabán en «un poco» otra dirección y no en SPb. Además lo de 30 millones eso también ha sido ya muchas veces desmentido incluso por los mismos antiguos reclusos. La cifra de 30 millones salió en la época de los 90 cuando con el afán de difamar todo lo que está relacionado con URSS estaban dispuestos de mentir incluso más de lo que han mentido en la misma URSS.

  • Manuel: Sí merece la pena. Yo viajé en «Krasnaya Strela» varias veces y no es lo que usted puede leer en el artículo. Es una experiencia inolvidable y mucho más agradable de lo que la describe la autora de este post. Si para alguien no merece la pena viajar en este tren significa que para esta persona en general no merece la pena de viajar a Rusia, por que Rusia no es ni Suiza, ni Mónaco. Rusia es un país complicado y contradictorio pero no tan siniestro como lo describen aquí.

  • fantestico articulo , la autora
    nos introduce en la realidad mas
    tangible de los viajes.
    Tiene estilo propio , sabe escribir y
    viaja mas que Marco Polo.
    Animo Doris

  • Gracias Eli, tus puntualizaciones me parecen muy justas. Si algún día viajo de San Petesburgo a Moscú –que me encantaría–, ya sé qué tren escoger.

    Aprovechando, y en base a la información de esta web, http://www.russian-st-petersburg.com/7-other-services/1-train-tickets.html, ¿crees que las diferencias entre 1a clase y 2a clase justificarían pagar el doble de precio?

    Fotos del Krasnaya Strela en Flickr:
    http://www.flickr.com/photos/marcella_bona/300065043/

    Saludos.

  • Hola a todos. Efectivamente, el Krasnaya Strela es el tren más caro y posiblemente más turístico que hace el trayecto Moscú-St. Petersburgo (y viceversa), aunque una de las fotos del post correspondan a ese tren el relato está escrito desde el expreso de vuelta, que fue un regional «de los de toda la vida» y donde sí pueden percibirse varias de las sensaciones descritas.

    Manuel, respecto a tu pregunta, merece la pena muchísimo cualquiera de los dos trenes ya que cualquiera puede ser una aventura (la diferencia, obviamente, está en el precio que prácticamente se duplica) y entre ir en un camarote de 2 o de 4 personas en litera. Todo depende del punto desde el que se quiera ver Rusia, que, como bien apunta Eli, es un país lleno de controversias pero al mismo tiempo con un atractivo sin igual para cualquier viajero.

    Saludos

  • Pues en ese caso está fantástico que aportéis los dos puntos de vista del trayecto en tren entre las dos capitales históricas, así podemos elegir con conocimiento de causa 🙂

  • Os recomiendo también «El Imperio» de Ryszard Kapuscinski, una de las descripciones más bellas que he leído sobre este país. Saludos

  • Hola a todos

    Me gustaría viajar a Rusia, y por eso leo este blog.
    Me encantaría viajar a miles de países y descubrirlos,cosa un tanto difícil, cuando ya sólo nos quedan migajas del pastel.
    Por eso leo sobre las impresiones de otros. Pero no quiero que me cuenten su versión de la Historia: quiero visitar los lugares que les emocionaron tanto, como para escrirbir las suyas.
    Pero que esas sean sus historias….con h pequeñita

    Un saludo,

    Raquel

  • Siempre en todos los foros hay ,como en la vida ,reventadores/as
    que politizan , embarran y buscan defectos a todo.Unos amargados.
    Conozco desde la Universidad a Doris y su categoria como persona ,
    periodista y viajera de las de verdad ,es impresionante.
    Cualquier persona tiene derecho a contar , narrar , y opinar
    sobre lo que vee , y a tener sus propias documentaciones.
    Kapuscinsky (recomiendo vivamente su lectura) ,inmenso periodista , polaco ha viajado a traves de toda
    la URSS (Rusia) decenas de veces , y solamente en una ciudad de siberia se calculan enterrados bajo hielo (rostros espeluznantes)
    10 millones de personas , Entre los Zares y los Soviets se calcula
    en mas de 50.000.000 de personas que en 100 años fueron masacradas.
    El pueblo ruso , no es culpable , de haber sufrido las dictaduras mas sangrientas del planeta durante los siglos
    19 y 20
    Menos criticar y mas leer.
    Felicidades Doris , soy Javi el de los apuntes que me regalaste y
    que me valieron el titulo ;)))

  • Lo que es cierto es que el blog de Doris no ha dejado a nadie indiferente, y creo que eso, ya de por sí, quiere decir algo!

    Me ha gustado el artículo, fundamentalmente porque está escrito basándose en sensaciones, por cierto, yo he tenido las mismas sensaciones siempre que viajo a Rusia, y conozco a bastante gente que vive allí desde hace más de 15 años, y coinciden totalmente con lo descrito por Doris.

    Creo que viajar es sentir, dejarse seducir por el país, dejar que el país «entre» en nosotros y asimilar lo visto, oído, olido, comido….

    Y por favor, dejemos las consideraciones políticas para otros foros, no?

    Como puntualización, decir que el mayor gulag estaba en la Plaza Lubyanka, a 500 m del Kremlim, sede de la KGB.

    Doris, espero tu próximo relato….. dónde viajas esta vez??

  • Ehorabuena Doris, de momento tu relato no ha dejado a nadie indiferente, y eso ya es positivo!

    Por otro lado, estoy de acuerdo con tu descripción, he viajado varias veces a Rusia, desde 1983, y siempre me ha parecido un país fascinante.

    Yo mismo he «sufrido» ese en tren en 3 ocasiones distintas, salvo un viaje de ida Moscú – St. Petersburgo, en el que el tren era decente, en el resto de las ocasiones, mejor no hablar, trenes de los que se veían en España haca mas de 50 años…

    Pero aún así pienso que merece mucho la pena, nadie puede pedir un tren de alta velocidad en un país que todavía tiene mucho camino por recorrer, tanto a nivel político, como económico y social.

    En todo caso, creo que este blog no es para hablar de política, sino de viajes. Viajar es una sensación, el destino tiene que «entrar» en nosotros, tenemos que sentir, oler, oir, degustar la comida típica para poder luego expresar estos sentimientos que el viaje nos dejó en realtos tan fantásticos como el de Doris.

    Son «sensaciones», y como tales subjetivas.

    Sólo por puntualizar, creo que el mayor gulag estaba sólo a 500m del Kremlim, en la plaza Lubyanka, sede del KGB.

    Lo dicho, enhorabuena y estoy esperando tu próximo relato, esta vez, dónde viajas?

  • Estimado herodoto,

    Me hizo muchísima gracia su comentario. He pillado la indirecta y gracias por llamarme amargada. He leído sobre la historia de mi país bastante. Yo no pretendo hacer creer a nadie que la tragedia fue mayor o menor. El periodo entre los años 30 y 50 fue uno de los mas tristes de toda nuestra historia (pero no la más; la palma la llevan los zares). Y tampoco cuestiono la competencia de la autora de esta entrada. Seguramente es una persona muy culta. de hecho sigo a este blog desde hace tiempo y me gusta.
    Pero que en primer lugar línea «Oktyabrskaya» no tiene mucho que ver con Gulags. En todo caso sería «Transiberiano». Y lo de 30 millones es simplemente un tópico repetido desde los 90.
    Lo que no me gusta es que la gente como zombie va repitiendo cosas que alguien les dijo alguna vez en su vida. Alguien dijo: 30 millones. Y todo el mundo asombrado repite: 30 millones, 30 millones, 30 millones, 30 millones… Y da igual si eso ya se ha desmentido o no. Lo tienen grabado en su memoria: 30 millones.
    30 millones de ciudadanos soviéticos murieron en Segunda Guerra Mundial. Pero lo de 30 millones en periodo de 1937-1953 es una cosa que no tiene ni pies ni cabeza. He leído muchos maravillosos libros sobre mi querido país, incluidos los libros de los más furiosos antistalinistas, anticomunistas y víctimas de Gulags los que desmintieron esta cifra. Es más, yo vengo precisamente de las aquellas tierras lejanas, que la mayoría de los europeos ni sabe situar en el globo, donde se encontraban el 90% de los Gulags. Se supone que todos de ahí somos descendientes de los presos de zares y de Stalin(yo soy descendiente de un hombre al que condenaron a finales de siglo 18 por asesinato de un perro). Y fíjense que cosas, no conozco a nadie cuyos familiares hayan sido víctimas de las represalias. Sí, conozco un montón de gente cuyos familiares murieron en guerra o estuvieron en los campos de concentración nazis pero no en Gulags. Y en los campos de concentración nazis murieron 9,5 millones de ciudadanos soviéticos (es el otro hecho, gran desconocido por Europa). A mi abuelo, arquitecto militar, le llevaron en 1937 por ser medio alemán, medio polaco y le soltaron a la semana siguiente. Curioso, realmente, curioso…
    Usted, herodoto, me podría por favor enseñar en qué documentos exactamente vio usted la cifra de 30 millones? Es que realmente tengo curiosidad, seguramente algo se me ha escapado.

  • Vaya, Doris ha creado polémica con su primer post como colaboradora de 3viajes 😉 Me gustaría recordaros que somos muy abiertos en la moderación de comentarios porque pensamos que es un foro ideal para debatir y compartir experiencias, pero al margen de que cada uno pueda tener sus opiniones y expresarlas, os pedimos que no descalifiquéis a otros, no es necesario y resulta mucho más interesante defender una posición con educación y sin atacar personalmente a quien no piensa lo mismo que uno.
    Al fin y al cabo 3viajes es un blog de viajes y no de política, ya hay suficiente crispación en otros medios y éste es nuestro escape para viajar o disfrutar con los viajes que otros nos cuentan.
    Un saludo a todos!

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