Descubriendo la costa de Bizkaia (I)

Descubriendo la costa de Bizkaia (I)

Al este de Bilbao, podemos encontrar algunos de los lugares más bonitos del norte de nuestra península. Lo comprobamos gracias a la inestimable hospitalidad de los amigos de Bizkaia Costa Vasca, que nos invitaron a pasar un fin de semana estupendo conociendo la cultura y la gastronomía de esta zona, desde Bakio hasta Lekeitio.

Algunos de nuestros compañeros de viaje pudieron disfrutar de la primera ruta que se celebró, que iba de Zierbena hasta Gorliz, pero nosotros solamente pudimos acompañarles en la segunda parte. ¡Ojalá podamos volver a Vizcaya pronto y conocer el resto!

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Txakolingunea, el museo dedicado al txakolí en Bakio.

En Bakio tuvimos una de las experiencias más divertidas por cortesía de 4×4 Ocio Aventura. Transportados en uno de sus jeeps (viaje amenizado por su divertidísimo y entrañable conductor) pudimos acceder a zonas de montaña y acantilados donde normalmente no se puede llegar con un utilitario (o que caminando requiere de un esfuerzo reservado a los más luchadores o a los peregrinos del Camino de Santiago). Como ejemplo, la imagen de arriba del mirador en el monte de Jata. Por eso con la experiencia no solo nos llevamos muchas risas, sino que pudimos sentirnos privilegiados de contemplar las maravillosas vistas.

Además, Bakio y el delicioso txakolí van unidos de la mano. Irse de “poteo” es exactamente eso: irse de potes, ir a tomar algo tal y como se dice en Euskadi. Y el txakolí lo puedes disfrutar tanto si vas de poteo como, en Bakio, en el museo Txakolingunea. Un lugar donde podrás descubrir los secretos de esta bebida a través de innovadores multimedia e incluso disfrutar de una cata de la denominación del txakolí de Bakio, una de las tres que hay en Euskadi.

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La bahía de Mundaka, ideal para practicar el paddle surf cuando el mar está en calma.

Bakio es célebre también entre los surferos por sus kilómetros de costa ideales para practicar este arte, pero donde nosotros pudimos saborear la sal del Cantábrico fue en Mundaka, localidad famosa por tener, según los entendidos, la mejor ola de izquierdas de toda Europa. Ahí es nada. No sé yo si habríamos aguantado mucho tiempo sobre la tabla si hubiera habido algo más de oleaje. Con el mar en calma, lo ideal era iniciarse en otra actividad más tranquila: el paddle surf. Genial la experiencia, y todo un reto luchar contra la corriente en la bahía de Mundaka. Que aunque el mar estuviera supuestamente calmado, esto es el Cantábrico y hay que olvidarse de bajar la guardia. Divertidísimo y, esto ya es muy personal, sanador. Que ya lo decía mi abuela, que el mar todo lo cura.

Fueron unos días muy intensos, sin duda. Por eso de Bermeo, Lekeitio y Gernika os puedo hablar otro día. Por cierto, ¿has leído ya nuestro artículo sobre San Juan de Gaztelugatxe?

#Vizcaya#Bizkaia#españa#Europa#pais-vasco#Euskadi

Publicado por Diana Campo

“No se viaja para escapar de la vida. Se viaja para que la vida no se escape”. Cuando Diana leyó esto algo hizo click para siempre. Enamorada del mar y las playas de ensueño, sólo le gusta madrugar cuando está de viaje.
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