Comer, dormir, beber en Rotterdam

Nos alojamos en un colorido hotel de dos estrellas (70 euros la noche en habitación para una sola persona y desayuno incluido, totalmente fuera de lógica). Hace honor a su nombre: Bazar, y simula eso mismo, un mercado árabe. Estamos perdidos sin amenities ni wi-fi (24 horas de red cuestan 8 euros), así que bajamos al concurrido restaurante del hotel para conectarnos gratis y navegar a ritmo de la música oriental. La ventaja de dormir aquí sin lujos es que hay muchos puntos de interés a 10 minutos andando. Lo peor es que debes proteger la pesada llave de la habitación con tu vida. Si la pierdes la broma te sale por 150 euros.

Hotel Bazar en Rotterdam
Las habitaciones del hotel, aunque son coloridas, tienen muy poca luz

El hotel New York tiene más historia y encanto que el Bazar. Y más estrellas (a partir de 100 euros la noche). Como comentábamos en nuestro anterior post, el edificio que lo alberga era la sede de la línea Holanda-América. Desde aquí, miles de emigrantes europeos tomaban un barco con destino Nueva York para vivir el sueño americano.

Si te van las alturas, la torre Euromast, un mirador de 360 grados a 185 metros de alto, ofrece dos habitaciones minimalistas a sus 100 metros. Su aliciente, claro está, radica en que tienes Rotterdam a tus pies. Si hace mucho viento sentirás cómo la torre se mueve. Pero la intimidad es relativa, porque está abierto al público y alguno te tapará la vista. Este hotel es más caro que los anteriores: 385 euros la noche más desayuno y una botella de champán.

Hotel New York, Rotterdam
Esta sencilla estancia se encuentra a 100 metros de altura

Cenamos en Rotown, que cumple 25 años. Nos gusta su eclecticismo. Al entrar es un pub. Más adelante se convierte en tienda de discos de vinilo (pregunta a los dueños, saben un montón), donde puedes ejercer de dj. Y, si sigues por el pasillo, llegas al restaurante. La comida es guerrera (pasta, hamburguesa…), así que lo importante es el ambiente y los conciertos que organizan en su interior.

Para cenar realmente bien, ve al restaurante del hotel New York. Es inmenso y está especializado en pescados, aunque en su amplísima carta ofrecen de todo.

Restaurante del hotel New York, en Rotterdam
El restaurante del New York es enorme

Salir de copas por Rotterdam

Una salida nocturna es inevitable. Rotterdam tiene la población más joven de Holanda. Además, la importancia de su puerto le hace internacional, y seguro que te encuentras españoles por doquier, como nos pasó a nosotros. Abogados, arquitectos, estudiantes del conservatorio…
(Aviso al ‘turismo de drogas’: se acabó lo bueno. Desde el 1 de mayo solo dejan entrar en los coffee shops a los holandeses).

Comenzamos la ruta copera en Blender, un local bien para mayores de 25 donde conocemos al barcelonés Toni, quien nos enseña detrás de la barra a preparar el cóctel de moda en Rotterdam: el pornstar martini. Antes de explicarte cómo puedes prepararlo en casa, aquí va otra advertencia de consumo responsable: si te tomas uno, lo disfrutarás, porque está riquísimo. Si, dado que entra solo, te animas con dos, empezarás a entender porqué le llaman pornstar. Un ligero ardor envolverá tu cuerpo y te sentirás con las fuerzas necesarias como para ligar con todo el pub. Ahora, si cometes el error de pedir un tercero… saldrás a cuatro patas del Blender camino del hotel… solo.

Blender en Rotterdam
Cuidado con el número de 'pornstar martinis' que tomas
Blender, Rotterdam
Cuidado con el número de 'pornstar martinis' que tomas

Preparar un Pornstar Martini

Necesitas los siguientes ingredientes:

  • Un chorrito de clara de huevo. No aporta sabor pero sirve para que el resto de componentes se mezclen mejor.
  • 50 ml de vodka de vainilla. Es lógico que pensaras que este cóctel llevaba Martini, pero lo del nombre le viene por el tipo de copa de aperitivo que se emplea para servirlo.
  • 50 ml de puré de maracuyá. Difícil de encontrar, la verdad. Pregunta por la marca Boirón.
  • 25 ml de azúcar con agua. Se prepara así: dos partes de agua por una de azúcar. Luego cocer y dejar enfriar.

Primero enfría la copa con hielo picado (ya lo quitarás luego). Mezcla los ingredientes en la coctelera y cuela la mezcla (hazlo siempre que tu cóctel lleve fruta). Decora con una rodaja de maracuyá. Y a disfrutar… con precaución.

sidebar:ciudad:rotterdam

Continúa leyendo la serie 'Qué ver en Rotterdam'Rotterdam, el colmo para un arquitectoCinco planes breves para Rotterdam  

#restaurantes#noche#pubs#salir#holanda

Publicado por Ana Franco

La ‘testadora’ de camas. El sueño de mi vida laboral es ser probadora de camas de hoteles de lujo. Ventajas: todas. Duermes mucho (estupendo para el cutis), no pagas alquiler por un piso (ni las facturas que conlleva), el personal te mima como si fuera tu madre y viajas sinfín. Por si fuera poco, el servicio que prestas a las empresas hoteleras con tus informes (el lecho no está suficientemente iluminado, la dureza del cuadrante A3 es excesiva, la almohada pierde pluma…) se me antoja inestimable. Hasta que llegue mi oportunidad seguiré siendo periodista, especialidad: lujo. Que tampoco está mal. Mi profesión y mi vocación de curiosa me llevan a viajar constantemente, y no de cualquier manera. Visito hoteles de playa, de montaña y de monumento; establecimientos de cuatro, cinco y siete estrellas (de seis no, no me preguntéis por qué); espacios minimales, recargados y hórror vacui. A partir de ahora, y gracias a mi querida Doris, los diseccionaré para 3viajesaldia. Que también es un lujo de página. ¿Te gustan los artículos de Ana? No dejes de visitar Deluxes.net
1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *