Un libro de poemas para perdonar

Un libro de poemas para perdonar

Me recogió con su taxi en Greenwich, en el lugar exacto que habíamos acordado unos días atrás. Mi chófer tenía acento del este y mirada melancólica. Su nombre nunca lo llegué a saber, pero su historia la recordaré por siempre. Tantas horas conduciendo y transportando desconocidos entre Londres y sus varios aeropuertos daban para pensar…