Resulta interesante viajar en Navidad y el cambio de año ya que son unas fechas en las que tenemos la oportunidad de descubrir interesantes tradiciones. En Europa, el arraigo de estas fiestas tiene siglos de antigüedad, por lo que durante estos días se mezclan la iluminación y música festiva con costumbres muy particulares.
Si por ejemplo decides ir a pasar el Fin de Año a Berlín, como fue nuestro caso, debes tener en cuenta que o bien te saltas las 12 uvas, o te las tienes que ingeniar para seguir las campanadas a través de un canal de televisión español por Internet, ya que en Berlín en vez de contar uvas se cuentan y por kilos la gran cantidad de pólvora que se quema para recibir el año nuevo. Como en otros muchos países, se realiza la tradicional cuenta a atrás, pero lo realmente importante, es el momento en el que dan las 12:00 horas y entonces todo el mundo se felicita. Es en este instante cuando después del precalentamiento pirotécnico de las horas anteriores, comienza en Berlín una bacanal de pólvora descomunal y descontrolada.
Por muy acostumbrados a la pólvora que estemos (y lo estamos si hemos vivido en el arco Mediterráneo de la Península), es espectacular ver cómo al dar las 12 el cielo de la capital alemana se cubre de fuegos artificiales lanzados por particulares desde cualquier rincón de la ciudad. Petardos que caen desde los balcones, pistolas lanza pirotecnia, y fuegos artificiales que tiñen de color el cielo y de olor a pólvora las calles de toda la ciudad de Berlín.
Después de una hora y media, empiezan a agotarse los arsenales pirotécnicos y decae el estruendo de los petardo, es entonces cuando uno puede aventurarse a salir a la calle y se encuentra caminando, envuelto en una nube de humo, sobre con una alfombra de restos de pólvora y envoltorios. Pero la fiesta sigue.
En fin de año la oferta de diversión en Berlín, ya de por sí muy amplia, se multiplica: conciertos en la puerta de Brandemburgo, fiestas particulares, bares, discotecas, casas okupa que se visten de tiros largos alternativos para celebrar la llegada del nuevo año.
Como en gran parte de Europa, la temperatura en Berlín cae vertiginosamente durante estos días y el mercurio del termómetro comienza a escalar bajo cero cifras que dan escalofríos, por lo que hay que ir bien abrigado y preparado para el hielo y con suerte ¡la nieve!
Como muestra la primera fotografía de este post, la resaca de Fin de Año está a menudo atenuada en alemania por la esponjosa nieve que comienza a cubrir los campos y ciudades. El inmenso parque de Tiergarten, en el corazón de Berlín, se tiñe de blanco y ofrece bonitas y bucólicas estampas que parecen encontrarse a kilómetros de un núcleo urbano, y sin embargo, se puede pasear por sus caminos, a escasos metros de la puerta de Brandemburgo.
Para poder visitar la ciudad a temperaturas bajo cero, hay un remedio mágico, el gluhwein, vino tiento caliente, aderezado con especias, canela y azúcar, que como nos contaba Manuel en otro post, calienta el cuerpo y alegra el alma. Además, hay que bebérselo rápido, porque en cuestión de minutos estás totalmente frío y pierde todas sus propiedades 😉
Si te animas a visitar Berlín el próximo año (cosas que hacer gratis) no te arrepentirás, a pesar del frío, la ciudad sigue su vida cotidiana bajo la nieve y ofrece infinidad de opciones para disfrutar de la gastronomía internacional a muy buen precio, empaparse de cultura en sus muchos museos y divertirse en sus bares y discotecas hasta que el cuerpo aguante.sidebar:ciudad:berlin
Hola! muchas gracias por toda esa información! tengo pensado ir este fin de año a Berlin con unos amigos y tenemos una duda, es difícil encontrar un restaurante para cenar la noche del 31?sería mejor ir con un lugar ya reservado??
muchas gracias de nuevo!
Hola Vane,
nosotros cenábamos en casa de una amiga, por lo que no tuvimos que reservar esa noche, aunque tuvimos un problema aéreo y casi acabamos cenando un Kebab, a malas, siempre encontraréis algún sitio donde comer algo, pero si os apetece elegir el sitio, quizá sea mejor que reservéis. ¡Que lo paséis bien!