Mítica Cuba

Mítica Cuba

El aeropuerto José Martí de La Habana te recibe y, cuando sales de él, ya sabes que estás en un mundo completamente diferente; las vallas/rótulos en las carreteras no anuncian sodas o productos, sino publicidad relacionada con la revolución. Potente inicio para comenzar a descubrir Cuba.

Tuve la oportunidad de visitar la Isla Grande del Caribe: ¡Cuba!, un lugar extraordinario, detenido en el tiempo y se trata en muchos aspectos de un lugar «aislado» del mundo.

Ahí abordé el bus de la touroperadora que repartió turistas por toda la Habana. También puedes tomar un taxi, hay varios afuera esperando (que tienen fama de caros). Lo bueno fue que fui la última en bajar y tuve la oportunidad de tener mi primer tour por la Habana, ya que a pesar de ser media tarde el tráfico de automóviles era casi nulo. Le pregunté al chófer del autobús y me dijo que era un tráfico normal y que más tarde era la hora punta, aun así, en la hora punta no había mucho tráfico así que si visitas la Habana podrás disfrutar de poco tráfico ya que la mayoría de la población se transporta en el Camello (autobús) y/o culebras (taxis que cubren una ruta específica y llevan varios pasajeros) porque para un cubano normal es casi imposible comprar su propio auto.

Me recomendaron infinitamente no viajar en el camello ya que para un turista es peligroso, así que toma nota.

Bienvenido a La Habana

Tiré mis maletas en el Hotel Deuville, justo en el Malecón. No puedes esperar mucho de los hoteles en La Habana. Luego de oir las versiones de otros turistas que estaban en otros hoteles comprendí que todos estaban en la misma situación. Yo nos soy muy delicada en cuestión de hoteles, con que sean seguros y limpios me basta, y este hotel no es la gran cosa, así que no esperes mucho.

La bienvenida no es nada cálida, había guardias en la entrada que me vieron como animal raro al llegar; soy latina y morena, y luego me enteré que parecía cubana y pues cuando fui no dejaban entrar cubanos a los hoteles (a los meses la política cambió). En recepción se portaron sobrios, ni amables ni malcriados, cumplieron su trabajo y más nada. Ahí mismo en recepción puedes comprar tours y puedes cambiar tu dinero a moneda local.

Me fui a caminar al Malecón, ¡totalmente hermoso! Viajo sola y siempre trato de buscar calles seguras, pero chica… ¡estás en Cuba!!, jajaja, y en ninguna calle estarás a salvo… ¡pero a salvo de que te digan cualquier cantidad de piropos! ¡Tú que eres tan bella, tú eres tan hermosa, casate conmigo! ¡Yo te llevo a mi casa y te trato como a una reina! En fin… al principio me asusté, luego.. ¡los disfruté! El piropo es parte de la cultura cubana, ¡me encantó! Claro que si no te gusta este tipo de acercamiento simplemente ignóralos o diles, rápidamente se alejan y no representan ningun peligro. Cuando al fin trate de agradecer los piropos la respuesta fue otro ¡cuál piropo mi niña, si todo lo que te digo me sale del corazón!

Un tour por La Habana

El primer día tomé un tour por la ciudad, recomiendo siempre en un lugar nuevo hacerlo, en lo personal prefiero caminar y mezclarme con los locales, ir a los mercados, tiendas, lugares que ellos visitan. Pero siempre prefiero un tour primero, luego ya veo yo qué me gustó más y qué visitar con más tiempo.

El bus se detiene en los lugares mas emblemáticos de La Habana. No puedes visitar La Habana y no visitar la Plaza de la Revolución, lugar donde Fidel daba sus famosos discursos a personas que venían de todos lados.

Otra parada obligatoria es El Floridita y la Bodega de en medio, lugares que hizo famosos Ernest Henmigway, también te llevan por la parte vieja y restaurada de la Habana… no sin antes mostrarte hermosísimos edificios (en su tiempo) que se están cayendo debido a la falta de dinero para restaurarlos. No sé mucho de arquitectura, y aún así sé que son grandes piezas arquitectónicas que se están cayendo.

No os puedo decir cómo terminó el tour, porque nuestra guía nos dejó botados (a mí y unas seis personas más), nos perdimos un momento y ella siguió sin más nada, ¡una total irresponsabilidad! Lo bueno de esto fue que me dió la oportunidad de tomar un «coquito», un taxi turístico de la ciudad. Ten cuidado y regatea… lo que te costó de ida, puede valer el doble a la vuelta.

Puntos de interés que no debes perderte

No puedes perderte el caminar por la Calle del Prado, cerca de ahí hay una cuadra entera llena de vendedores de libros. No son librerías, es gente que vende libros. No puedes irte de La Habana sin comprar uno… libros escritos por Fidel Castro, el Che, García Márquez, Daniel Echeverría y cualquier cantidad de escritores que no soy muy comerciales y/o conocidos en el resto del continente. Compra, aunque no te guste leer. Luego te gustará tenerlo en tu biblioteca.

En el Hotel Dos Mundos, a un precio barato puedes entrar y ver la habitación donde vivió Henmigway. ¡El Museo de la Revolución es de obligada visita! Te enseña mucho de la historia cubana… ¡toma tu tiempo! Camina despacio, lee lo más que puedas. ¡Es toda una pieza histórica!

La casa donde nacio Martí, una pequeña casa cerca de la estación del tren… ¡también parada obligatoria! El museo del ron… ¡al final del tour hay degustación! El Castillo del Morro… ¡tienes que verlo! El Capitolio, toma tu tiempo para visitarlo. Es hermoso, tiene una biblioteca inmensa y a la salida puedes sentarte en las gradas, descansar y tomar fotografías (te recomiendo poner tu cámara en sepia, el lugar se presta para muy buenas fotos).

La Heladeria Copelia, según los libros de turista, tiene miles de sabores que ofrecer. Eso fue hace mucho… ahora sólo son unos pocos. Toma nota que está la heladería para turistas y el lado para los locales, donde sólo te ofrecen un sabor… pero ahí podrás sentirte como un local.

La hospitalidad cubana

En el camino a la casa de Martí conocimos una familia, ¡la gente más amable del planeta! Hasta me prestaron su teléfono para una llamada internacional (a cobro revertido, por supuesto). Nos invitaron a un café, ¡en fin! A pesar de su pobreza compartieron lo que tenían.

Lo mejor de Cuba es su gente, muy amable, ¡simpáticos! Claro que hay de todo, ten cuidado con los que te piden dinero o cosas en la calle, te ven pinta de turista y empiezan a decirte que si tienes ropa, cosméticos, productos de higiene que regalarles. Comenté esto con mis amigos cubanos y ellos me dijeron que es cierto que en Cuba la cosa está difícil pero que muchos son unos pícaros tratando de sacar provecho. Pasamos por una calle un día, una señora con niños nos hizo comprarle jugos naturales en una tienda a 2 euros. Al día siguiente paramos en la misma tienda y los mismos productos valían la mitad de su precio. O sea, ¡buen negocio! Así que ten cuidado, por lo demás, la gran mayoría de gente es muy amable y cálida.

Más consejos

Sólo podrás conectar a Internet en algunos hoteles, y muy caro. Como en tantos otros lugares, es recomendable no beber agua del grifo, y comprarla embotellada.

Estando en la Habana puedes comprar un tour para Varadero, unas playas hermosas, la guía que nos tocó es una chica extraordinaria. Os recomiendo Varadero por un día. Venden el tour todo incluído en algún hotel, pero puedes comprar uno solo que pague el bus. Siempre hay restaurantes cerca donde puedes comer… ¡Nunca descuides tus pertenencias en la playa! Pinar del Río es otro lugar hermoso de visitar, además durante el viaje puedes apreciar el hermoso paisaje.

Y por favor… no dejes Cuba sin probar el famoso Mojito Cubano… ¡te encantará! Siéntate, habla con la gente, comparte. Si quieres saber de Cuba no dejes que te lo cuenten.. ¡ve a Cuba!

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Texto y fotografía: Emma Henderson

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Publicado por Manuel Aguilar

"Viajar es uno de los mejores caminos para encontrarse a uno mismo."
2 comentarios
  • Estuve hace un mes en la Habana, toda descripción es poca para todo lo que hay ver, oler y sentir, es otro mundo. La hospitalidad de su gente la hece ser más diferente aún. Lo único que podría decir es que el aseo de la ciudad es algo descuidado. Creo que es un país y una ciudad que invita a volver. Espero hacer en un par más. Solo aportaría que hay que darse el tiempo para visitar los museos, hay para todos: ron, habanos, artes decorativas, automoviles, artes, música yel extraordinario Museo de la Revolución.

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