Se acerca el fin de año y llega nuestra cita con la memoria para repasar un año menos viajero que de costumbre pero que hemos vivido con la misma ilusión e intensidad que los demás.
Este año se podría dividir en dos partes claramente diferenciadas, una primera etapa en Gales y una segunda en Holanda, mi actual país de residencia.
Comenzamos el año viviendo en Newport (Gales) por un trabajo de cuatro meses que nos dio la oportunidad de visitar numerosos castillos. Uno de los lugares que más me impresionó fue Chepstow y su impresionante castillo que aunque en ruinas sigue siendo el orgullo del pueblo.
En Monmouth también vimos otro castillo aunque en un estado lejano de sus días de gloria. Apenas le quedan cuatro paredes, sin embargo, su puente medieval sí merece una visita.
Siguiendo con el tema de las ruinas y los castillos en Gales no debemos olvidarnos de la tarde que pasamos en Raglan, un castillo en el que sus paredes nos hablan literalmente a través de un sistema de bluetooth al que podemos conectar nuestros smartphones.
La Abadía de Tintern también nos habló aunque de una forma diferente. Fundada en el siglo XII estuvo activa hasta la Disolución de los Monasterios en 1536. Sus ruinas son impresionantes.
Nuestra curiosidad viajera nos llevó a cruzar varias veces la frontera con Inglaterra para visitar lugares como Tewkesbury, Chester, Gloucester e incluso llegar hasta Manchester un par de veces, la primera para ver la ciudad y la segunda para asisitir a un partido de fútbol en el mítico estadio de Old Trafford entre el Manchester United y el Ajax de Ámsterdam.
Continuará…