Islas Canarias, encuentros afortunados

El pasado 26 de mayo, en 3viajesaldia tuvimos un encuentro afortunado con la Oficina de Turismo del Gobierno de Canarias. Muy amablemente, desde la Oficina de Turismo se nos invitó a una deliciosa degustación gastronómica con una clase magistral de cocina en donde pudimos probar varios de los platos típicos de la tierra y conocer las bases de su último concurso para promocionar estas siete y maravillosas islas afortunadas. Desde 3viajesaldia, les hicimos llegar un extracto del siguiente texto que formará parte de un “cadáver exquisito” o texto encadenado con varias palabras clave y cuyo ganador afortunado que visitará las cálidas islas se dará a conocer durante los próximos días.

Mi romance con las afortunadas islas Canarias había empezado algunos años atrás en la paradisiaca isla de La Palma. La isla bonita, la llaman los turistas. Pero casualmente no era aquella isla tan coreada en la canción de la cantante Madonna, sino algo muchísimo más especial y singular, un lugar mágico alejado de la civilización y de la mundanal vorágine del día a día. En La Palma degusté mi primer queso asado y mis primeras papas arrugadas con mojo picón, me bañé en unas impresionantes piscinas naturales con vistas al océano y contemplé el cielo más estrellado de toda mi vida, desde el increíble observatorio del Roque de los Muchachos, célebre y justamente renombrado entre la comunidad científica a nivel mundial. Además, realicé una de las pernoctaciones más inolvidables de mi vida en la caldera de Taburiente, sin duda uno de esos escondites secretos que todavía existen en el planeta, muy recomendado para un público de todas las edades.

Al aterrizar en Canarias, las agujas del reloj se detienen para dejar paso a un oasis en el tiempo y en el espacio, un oasis que con el paso de los días se va convirtiendo no en una, sino en siete islas maravillosas cada una con su idiosincrasia singular y deliciosa. Lanzarote, con sus emblemáticas esculturas de César Manrique y el deslumbrante paraje volcánico del Timanfaya. Fuerteventura, la isla del viento, con unas playas de arena blanca paradisiacas que parece que no se van a terminar nunca. El Hierro, con el hotel más pequeño del mundo -figura incluso en el libro Guinness- y destino obligado para amantes del buceo y de la aventura. La Gomera, una isla en miniatura con su exquisita gastronomía (un potaje de berros maravilloso allá donde los haya). Gran Canaria, con su apacible brisa, wellness delight y un horizonte sin fin al océano Atlántico. Tenerife, el secreto mejor guardado, con su frondoso norte y lugares secretos sin descubrir por los turistas, como el encantador pueblecito de Masca y el descenso de su barranco para coger un barco al llegar y contemplar los simpáticos delfines que bailan sin parar al son de las olas del océano. Y la pequeña, pero no por ello menos recomendable, isla de la Graciosa, a 10 minutos en ferry desde Lanzarote, que empieza ya a estar poblada todo el año. Allí fue, precisamente, donde transcurrió mi bonita historia con los voluntarios canarios (…)

Menú degustación gastronomía canaria

• Queso Canario de Valsequillo con Pimentón
• Papas Arrugadas con Mojo Picón
• Volovanes de morcilla con manzana y chorizo de Teror
• Ropa Vieja
• Conejo en salmorejo
• Plátano Canario al aroma de canela con Miel
• Bebidas
  • Vino Blanco de Malvasia Lanzarote (El Grifo)
  • Vino Tinto de la Ortava Tenerife
  • Ron Miel y añejo Arehucas