Teníamos cuatro días por delante y un nuevo transporte que probar, pilotar nuestro propio barco. La colorida llanura de la Camargue, salpicada de flamencos, y habitada por toros y caballos fueron el escenario perfecto para nuestras primeras millas como navegantes, en este caso de agua dulce, por los canales fluviales franceses.
Quería hacer un resumen de estos días de risas, relax y buena gastronomía aderezados con folclore popular, y la mejor manera era reunir todas las imágenes que pasaron por nuestro objetivo en un ‘time lapse’.
Vídeo y fotografías realizados con la colaboración de Noelia Ramos, que junto con servidora, fue otra grumete de la expedición, especializada en saltar al abordaje para amarrar.
Para el que se anime, nuestro barco era de FPP Travel y tienen modelos y tamaños de embarcaciones fluviales para casi cualquier tipo de plan.
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