El tesoro histórico de las cuevas rupestres españolas

Diecisiete cuevas rupestres españolas de la franja cantábrica recibieron la semana pasada el merecido reconocimiento de ser declaradas Patrimmonio de la Humanidad por la UNESCO. Este rico patrimonio se encuentra oculto es oscuras y resguardadas cuevas de Cantabria, el País Vasco y Asturias. Protegido de la acción erosiva de los agentes climatológicos, estos testigos milenarios de la historia de la humanidad representan uno de los testimonios más impactantes y hermosos.

Cueva Covalanas (Cantabria) Figura de Uro.
Autor: Pedro Saura

Muchas de estas cuevas se pueden visitar y resultan imprescindibles si viajamos al norte de la Península Ibérica. Mucho menos conocidas de la Cueva de Altamira, al menos hasta el momento, estas grutas conservan parte de su autenticidad al recibir sólo visitas de pequeños grupos y muy controladas, para que no afecten a la conservación de las pinturas.

Las cuevas que pasan ahora a formar parte de los mayores tesoros históricos del planeta son la de Chufín, Hornos de la Peña, El castillo, La Pasiega, Las Monedas, el Pendo, La Garma y Covalanas en Cantabria; las vascas de Santimamiñe (Kortezubi), Ekain (Zestoa) y Altxerri (Aia); y las asturianas de Tito Bustillo, La Peña de Candamo, Llanín y el Pindal.

La candidatura de las cuevas fue promovida por los Gobiernos del País Vasco, Cantrabria y Asturias como parte de la declaración de Altamira, ya que se esta forma la prouesta tendría más opciones de ser admitida por la UNESCO. La propuesta se basaba en el número y la densidad de las cavernas decoradas que pueden encontrarse en esta zona del norte de España, su buen estado de conservación, su rico repertorio iconográfico, la diversidad de técnicas y estilos que reúnen y la antigüedad de unas pinturas que convierten la cornisa cantábrica en uno de los lugares donde tuvo lugar el nacimiento del arte parietal.

Con este reconocimiento, las grutas se ponen al mismo nivel que la Cueva de Altamira, que ya fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985.

Cueva El Castillo (Cantabria)

Cueva de Covalanas (Ramales)

Tuve la oportunidad de visitar la cueva de Covalanas en Cantabria y es realmente una experiencia muy rica e interesantes. Fue utilizada como lugar de habitación durante al menos los últimos 45.000 años y conserva un legado pictórico que nos acerca a estas civilizaciones prehistóricas, tan alejadas, pero a la vez tan cercanas en conceptos, necesidades e intereses.

Para visitarla hay que concertar la visita por teléfono, y generalmente ejerce de guía uno de los arqueólogos que trabaja en el yacimiento y estudio de las pinturas rupestres, lo que ofrece información valiosa y de primera mano, sobre la vida y cultura de los primeros pobladores de la Península.

La visita dura unos 50 minutos. Se realiza en grupos de 6 a 10 personas, dependiendo de la época del año.

Cueva Covalanas (Cantabria) Vista de las primeras pinturas.
Autor: Pedro Saura

La mayoría de las representaciones de la cueva se concentran la zona más profunda de una de sus dos galerías, en un espacio de unos 12 metros de longitud. En total, hay 22 figuras de las cuales 18 son ciervas, animal característico de las cuevas decoradas de Cantabria, un caballo, un reno (animal escasamente representado en la región cántabra), un uro y un animal difícil de identificar. Es muy curioso ver cómo, lo pintores utilizaban el relieve de las paredes de la gruta para dotar de volumen a su figurgas.

La cueva de Covalanas era conocida desde antiguo por los habitantes de la zona, como «la cueva de las herramientas» por el uso que se hacía de ella. Pero no fue hasta septiembre de 1903 cuando Hermilio Alcalde del Río, Director de la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega por su parte y Lorenzo Sierra por la suya descubrieron las pinturas que se encontraban en su interior. En la década de los 80, un equipo de la Universidad de Cantabria realizó un nuevo estudio de la cavidad.

Para visitarla
Ramales de la Victoria dirección Burgos
(por la N-629 hasta Km 188)
(+34) 942598425