Amritsar y el legendario Punjab

Golden Temple, Amritsar (@Doris Casares)
Golden Temple, Amritsar (@Doris Casares)

Tras once horas de viaje en segunda clase de un tren nocturno, desde Old Delhi llegamos a Amritsar, en la región noroccidental del Punjab, un valle verde y prolífero salpicado de arrozales, por el que no hace mucho tiempo campaban a sus anchas los maharajas, extendiendo su fastuoso reinado hasta más alla del actual Pakistán, donde hoy, en un pequeño pueblo artificial que hace las veces de frontera llamado Attari, se representa una especie de ritual ancestral -y digo ancestral porque al proceder de Europa casi se nos habia empezado a olvidar la existencia de las fronteras- en el que los soldados indios y sus homólogos pakistaníes desfilan bajo la implacable luz rosada del ocaso, animados por cientos y cientos de ciudadanos orgullosos de su patria (la cercana Lahore en Pakistán y su equivalente Amritsar en India) al son de vítores y cantos típicos del lugar, cual si de un partido de fútbol Barça-Madrid se tratase (o, en el caso de Pakistán, de una corrida de toros, ya que su escenario para este «show» de la frontera recuerda a este tipo de construcción tan típica de los países latinos).

Golden Temple Mail, New Delhi Central Station (@Doris Casares)
Golden Temple Mail, New Delhi Central Station (@Doris Casares)

Un día más aquí y un día más en el cual India no deja de sorprendernos. Este país en el que, en el rincón menos esperado y más inmundo como Amritsar, apenas frecuentado por el turismo occidental, el viajero puede encontrarse con una joya artística tan impresionante como el Templo Dorado o Golden Temple, un palacio que representa el máximo símbolo del sijismo en India, cuya arquitectura resulta de una combinacion de la islámica y la hinduista, y que alberga un precioso edificio construido con nada menos que 750 kilogramos de oro durante el reinado de máximo esplendor del maharaja Anjit Singh.

Soldado en la frontera indopakistaní, Attari (@Doris Casares)
Soldado en la frontera indopakistaní, Attari (@Doris Casares)

No puedo comparar con nada de lo que he conocido hasta ahora la singular belleza de este palacio, probablemente ni tan siquiera sea capaz de expresarlo con palabras. Entramos en el templo para presenciar la oración de las nueve de la mañana y, no satisfechos con el tiempo invertido allí, volvemos de nuevo a las diez de la noche. No sabemos realmente con cual de las dos instantáneas quedarnos, ya que ambas son mágicas y de belleza indescriptible. De día, el oro reluce bajo el sol abrasador de agosto, eclipsando todo a su alrededor y dejando sólo espacio para el azul del cielo y del lago y como único protagonista al espectacular palacio dorado. De noche, la luz de la luna casi llena realza su silueta majestuosa y lo convierte en estrella única del firmamento. Y mientras tanto, a su alrededor, miles de fieles que no cesan de desfilar y que rodean en procesión el lago hasta alcanzar el altar principal, al otro lado de la pasarela Parkarma (el puente de los Gurús) que lo comunica con el templo, dentro del cual cuatro sacerdotes recitan sin pausa las lecturas de los textos sagrados sijs, al tiempo que una gran megafonía se encarga de reproducirlo en el resto del recinto para todos los allí presentes.

Golden Temple at night, Amritsar (@Doris Casares)
Golden Temple at night, Amritsar (@Doris Casares)

Pensamos, en nuestras reflexiones nocturnas, que tal vez sea esta fuerte devoción por la religión expresada en sus múltiples cultos (se pueden contar hasta ocho religiones distintas en India), lo que cada noche amarra a toda esta pobre y miserable gente a la vida, un día tras otro día. Miseria y pobreza bañadas por la fastuosidad y por el lujo ornamental en cada rincón del país. Adoración a las vacas y a las deidades con cientos de ofrendas, mientras miles de cadáveres humanos deambulan por unas calles infestas y pestilentes donde lo único que se respira es la miseria humana en su estado puro. Y una noche más nos preguntamos si es que algun día India sera capaz de salir de todo esto y de alcanzar la normalidad. Y nos dormimos pensando: ¿y, en el fondo, quién sabe definir qué es la normalidad?

Amritsar (@Doris Casares)
Amritsar (@Doris Casares)
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#asia#India#Amritsar

Publicado por Doris

Muchas cosas no se pueden averiguar pensando, hay que vivirlas (Michael Ende)
3 comentarios
  • Es muy difícil describir la sensación que uno experimenta cuando ve por primera vez el Templo Dorado de Amritsar. Nosotros también volvimos varias veces para verlo en distintos momentos del día. Una de las cosas que más nos gustó fue las ganas de la gente por mostrarte el recinto y tratar de conversar un rato. Fue un acierto visitar esa zona.
    Saludos
    Gabriela

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